Tener un nombre es tener una identidad. Nuestros nombres nos dan un sentido de individualidad y pertenencia. Nos distinguen de los demás y, al mismo tiempo, nos conectan con nuestra familia o cultura, enseñándonos sobre nuestro origen. Un nombre puede ser un signo de un vínculo emocional especial, que nos hace entrañable para los seres queridos. Además de identificar quiénes somos, un nombre puede inspirarnos a convertirnos en lo que queremos ser.
Hace miles de años, el profeta Jeremías predicó la palabra de Dios, y como muchos profetas, fue ignorado, enfrentado y rechazado. Desde entonces, el nombre de Jeremías ha llegado a significar alguien que se lamenta o predice el desastre. Pero la relación de Jeremías con Dios le dio un sentido de identidad más profundo y exaltante. "Oh Señor", dijo, "tú sabes: acuérdate de mí y visítame. ... Tu palabra fue para mí el gozo y el regocijo de mi corazón, porque soy llamado por tu nombre, oh Señor Dios de los ejércitos" (Jeremías 15:15–16; cursiva agregada).
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Muchas personas hoy en día se sienten olvidadas, invisibles y no escuchadas. Lamentablemente, pueden carecer de un sentido de pertenencia e identidad. Pero no importa quiénes somos o de dónde venimos, cada uno de nosotros es parte de la familia de Dios. Él es nuestro Padre, y por lo tanto, en cierto sentido, llevamos Su nombre. Él nos conoce por dentro y por fuera, tanto por lo que realmente somos como lo que realmente podemos llegar a ser. Él nunca nos olvidará ni nos abandonará, Él vela por nosotros con amor perfecto.
Esto es lo que el apóstol Pablo trató de enseñar a los atenienses: "Dios que hizo el mundo y todas las cosas en Él, ... ha hecho de una sola sangre todas las naciones. ... Porque en Él vivimos, y nos movemos, y tenemos nuestro ser..., porque también nosotros somos su descendencia" (Hechos 17:24, 26, 28).
El nombre de Jeremías en realidad significa "El Señor exalta", y ¿qué puede ser más exaltante que saber que todos somos hijos e hijas de Dios? Esta es nuestra verdadera identidad. Aquí es donde realmente pertenecemos. Estamos llamados a ayudar a todos los miembros de la familia de Dios a saber de dónde vienen, quiénes son y en quiénes pueden llegar a ser.
Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)