Ha oído decir que nada es permanente excepto el cambio. Quizás nadie comprenda mejor este principio que quienes salen a navegar. En tierra, viajar es relativamente sencillo. Por lo general, puede contar con que el suelo se mantendrá estable, y la ruta desde el punto A hasta el punto B suele ser una línea recta. Pero aquellos que navegan saben que el mar puede ser impredecible: suave como el cristal en un momento y olas furiosas al siguiente.
Es más, los marineros dependen del viento para la dirección y el impulso, pero el viento no siempre sopla de la forma deseada y cambia con frecuencia. Con este conocimiento, los marineros simplemente ajustan sus velas. Puede que su curso no sea en línea recta, pero finalmente los lleva a su destino.
Los veleros cruzan el Gran Lago Salado al atardecer del viernes 2 de junio de 2000. Crédito: Chuck Wing, Deseret News 2021 by Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. |
La vida se parece más al mar que a la tierra. Incluso la mejor planificación y la más cuidadosa atención a los detalles no siempre pueden dar cuenta de los inesperados "vientos de cambio". Las mentes cambian, las necesidades cambian y, a veces, incluso nuestros objetivos cambian. Algunos cambios están bajo nuestro control, pero muchos de ellos no. Así que nos ajustamos en consecuencia. La necesidad de ser flexible en tiempos de cambio es tan importante como tener un plan en primer lugar.
El teólogo estadounidense Reinhold Niebuhr escribió una oración sencilla que hoy es una fuente querida de paz e inspiración para millones. Ha llegado a conocerse como la "Oración de la serenidad":
“Dios nos da la gracia de aceptar con serenidad las cosas que no se pueden cambiar, el valor para cambiar las cosas que deben cambiarse y la sabiduría para distinguir unas de otras”.
Gracia, coraje y sabiduría. Con estos atributos vitales, podemos hacer frente a los cambios inevitables en el viento que acompañan al viaje de la vida.
El marinero que lucha contra el viento progresará muy poco. Los navegantes sabios saben que el viento y el mar están fuera de su control. Pero hay lo suficiente bajo su control para empoderarlos para seguir adelante. Aquellos que se adaptan y aprovechan las nuevas circunstancias pueden llegar a su destino deseado, sin importar cómo sople el viento.
Fuente: Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)