Nota de prensa

Luz y verdad

Cada vez que elegimos hacer lo correcto y vivir con carácter e integridad, ayudamos a que el mundo sea un poco más brillante

Los seres vivos necesitan luz, comida y agua. Y estas no son solo necesidades físicas, también necesitamos luz espiritual y alimento. Amós fue un profeta del Antiguo Testamento que previó un tiempo en que el mundo parecería oscuro, incluso "en el día claro"(ver Amós 8:9). También predijo un día futuro en que habría "una hambruna en la tierra, no una hambruna de [comida], ni una sed de agua, sino [una hambruna] de escuchar las palabras del Señor"(véase Amós 8:11).

Ese día, al parecer, está aquí. Aunque la energía eléctrica ilumina nuestros hogares y ciudades, haciendo que la noche sea casi tan brillante como el día, demasiadas personas se sienten rodeadas de oscuridad. Incluso aquellos que tienen mucho que comer a menudo se mueren de hambre espiritualmente.

Todos sabemos que la manera de ahuyentar la oscuridad es encender una luz. Una sonrisa, una palabra amable, un simple acto de amor a menudo es suficiente para alegrar el día de alguien. Cada vez que elegimos hacer lo correcto y vivir con carácter e integridad, ayudamos a que el mundo sea un poco más brillante.

Un día, mientras viajaba en un metro ocupado, un hombre miró a las personas que lo rodeaban. La mayoría miraba teléfonos inteligentes y tabletas, y muchos parecían agobiados. Y luego notó a una joven que tenía luz en su semblante. Vio que ella estaba leyendo las Escrituras, y no pudo evitar notar la suave sonrisa en su rostro y la paz que parecía estar sintiendo. Había encontrado luz, y no provenía de un dispositivo electrónico.

Una hambruna se define como una escasez de alimentos. Pero la hambruna de la que habló Amós es diferente. No hay escasez de la palabra del Señor. Cualquiera que lo quiera puede encontrarlo. Lo que escasea, a veces, es nuestra disposición a buscarlo y escucharlo. Este tipo de hambruna terminará mientras oramos con sinceridad. Terminará cuando abramos las Sagradas Escrituras y nos deleitemos con las palabras eternas de la vida eterna. Y terminará cuando escuchemos humildemente la voz sencilla y apacible del Señor.

Sí, siempre habrá oscuridad y hambre en este mundo. Pero también hay luz y verdad en abundancia: luz gloriosa para aquellos que la buscan y una fuente de verdad para aquellos que tienen hambre.

Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)

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