En un emotivo acto realizado el 7 de marzo del 2024, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días realizó la entrega de USD 326 455 al Banco de Alimentos Diakonía adscrita a la Arquidiócesis de Guayaquil.
Esta generosa donación representa un impulso significativo para continuar con la importante labor del Banco de Alimentos Diakonía en la lucha contra el hambre en Guayaquil.
La entrega se realizó en presencia de destacadas personalidades, incluido el arzobispo de Guayaquil, Monseñor Luis Cabrera que también preside el directorio de Diakonía, y el élder Enrique Mayorga líder eclesiástico de La iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
El Banco de Alimentos Diakonía, tiene como objetivo reducir el hambre en la población vulnerable de la ciudad y ha sido un faro de esperanza desde su inicio en febrero de 2011. Es el primer banco de alimentos en Ecuador, específicamente en Guayaquil, y desde entonces ha trabajado incansablemente para distribuir alimentos nutritivos a quienes más lo necesitan.
Federico Recalde, director ejecutivo del banco, destacó la importancia de esta labor y el impacto positivo que ha tenido en la comunidad. Este valioso apoyo, y contribución al banco de alimentos no hubiera sido posible sin el trabajo conjunto, y la colaboración con la Arquidiócesis de Guayaquil. Se ha logrado ampliar el alcance de la ayuda, y llegar a comunidades que necesitan desesperadamente alimentos nutritivos y adecuados.
"Gracias al servicio de jóvenes de la Iglesia de Jesucristo que en su mayoría actualmente sirven o sirvieron en una misión, y el servicio de miembros se empezó una estrecha relación de amistad con el arzobispo Luis Cabrera. Al conocer la posibilidad de aportar como Iglesia con este tipo de proyectos; lo hicimos y miramos hacia el futuro. Estamos seguros que esta acción ayudará a bendecir a muchos niños, y personas vulnerables", expresó el élder Enrique Mayorga.
Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil compartió lo siguiente “Con la finalidad de encontrar un alimento sano y nutritivo es que nos hemos reunido con varias instituciones ya sean sociales y religiosas porque sabemos que el alimento no tiene bandera política ni religiosa. La firma del convenio está orientado siempre a satisfacer el hambre de otras personas y en ayudar a que la gente viva con dignidad y que se alimente de la mejor manera”.
La colaboración y ayuda de patrocinadores ha sido fundamental en el éxito de esta noble causa. Gracias a estas alianzas, el banco de alimentos ha logrado gestionar la recolección de alimentos y distribuir productos idóneos y nutritivos a través de instituciones legalmente constituidas, beneficiando así a una amplia gama de comedores y organizaciones sociales en Guayaquil.
Isabel Pazmiño, vicepresidenta del banco de alimentos, mencionó que esta donación beneficiará a 300 niños en comedores con el proyecto "Barrigas contentas, corazones llenos", así como a más de 40 000 personas en situación de vulnerabilidad.
Esta entrega de fondos es un testimonio del compromiso y la solidaridad para combatir uno de los mayores problemas sociales de nuestro tiempo: el hambre. La Iglesia sigue la admonición de Jesucristo de alimentar al hambriento, dar de beber al sediento, acoger al forastero, cubrir al desnudo y visitar al enfermo y afligido.