Simpatizantes de diversas organizaciones civiles y religiosas marcharon para mostrar su apoyo a la mujer y a la vida el pasado 3 de octubre. El objetivo de la marcha fue concentrar al mayor número de personas para mostrar el compromiso que la sociedad mexicana tiene a favor de la dignidad de las personas, de la mujer y de la defensa de la vida.
Los Consejos Interreligiosos del país, en los cuales La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días esta represetada, se sumaron a la convocatoria y unieron sus voces en contra de las recientes decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación relacionados al aborto y la objeción de conciencia.
La mayoría de los asistentes, vistieron de color blanco y portaron banderas, globos y pañuelos azul claro, el cuál es el símbolo de la defensa de la vida.
En la declaración oficial de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, La Familia: Una Proclamación Para el Mundo, publicada en 1995, se establece que:
“La forma por medio de la cual se crea la vida mortal fue establecida por decreto divino. Afirmamos la santidad de la vida y su importancia en el plan eterno de Dios. La familia es ordenada por Dios. Los hijos tienen el derecho de nacer dentro de los lazos del matrimonio, y de ser criados por un padre y una madre que honran sus promesas matrimoniales con fidelidad completa”.
Además en la misma declaración se hace un llamado a las autoridades de gobierno y a los ciudadanos a promover “medidas destinadas a fortalecer la familia y mantenerla como base fundamental de la sociedad”.