El miércoles 23 de marzo, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días representada por el élder Sergio Poncio, Setenta y líder eclesiástico entregó oficialmente a la Asociación Ayúdame a Vivir (AYUVI) una donación de medicamentos que serán utilizados para el tratamiento de niños con cáncer quienes son atendidos en la Unidad de Oncología Pediátrica (UNOP) de Guatemala.
La donación se llevó a cabo en el edificio de la Iglesia del Barrio Roosevelt, zona 11 de la Ciudad de Guatemala, en la cual también participaron la hermana Jill Taylor, esposa del presidente del Área de Centroamérica; Gloria de Dios, directora de AYUVI y Daniel Ramos, gerente del Departamento de Bienestar y Ayuda Humanitaria.
La donación consistió en 1,810 unidades de Voriconazol tableta y 21,500 unidades de Mercaptupurina medicamento para quimioterapias pediátricas e infecciones. Estos medicamentos forman parte del sistema integral de atención médica gratuita para los niños guatemaltecos que son atendidos en UNOP.
Durante la entrega, el élder Sergio Poncio expresó su agradecimiento a la Asociación Ayúdame a Vivir (AYUVI) por la labor tan especial que realizan a favor de los pequeños hijos de Dios y añadió que es una bendición para la Iglesia ser un instrumento para ayudar al prójimo mediante este tipo de donaciones.
El élder Poncio ánimo a los niños que están recibiendo tratamiento y les dijo “Jesucristo los ama y conoce lo que están padeciendo. Sigan con fe y mantenga la esperanza en Él”.
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Gloria de Dios, representante de la Asociación Ayúdame a Vivir (AYUVI) agradeció en nombre de los niños que son atendidos por UNOP a la Iglesia de Jesucristo por la significativa donación. “La donación de estos medicamentos permitirán que más de tres mil niños continúen su tratamiento de quimioterapia y tengan una esperanza de vida”, añadió la representante.
La hermana Jill Taylor mencionó que para ella es un honor participar de esta donación que beneficiará a los hijos más pequeños del Padre Celestial que reciben tratamiento en UNOP y añadió que la donación es posible gracias a la generosa contribución voluntaria que los miembros de la Iglesia realizan a través de las ofrendas de ayuno.
Para los Santos de los Últimos Días este tipo de prácticas es el Evangelio en acción, al tender una mano y seguir el ejemplo de Jesucristo de amar y servir al prójimo, como Él declaró: “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos, mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Mateo 25:40).