MIEMBRO DE LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS, DESTACA EN NATACIÓN

Jennifer Mariana García Mazariegos, una jovencita de 14 años, miembro de la Selección Nacional de Natación y   miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, del Barrio Tzununa, Estaca Retalhuleu, Guatemala, ha sido un ejemplo de esfuerzo y dedicación que la ha llevado a representar a su país en competencias nacionales e internacionales. 

Está joven no solo se esfuerza por desarrollar su talento en el deporte de la natación, se esfuerza por mantener una disciplina espiritual que la ayuda a mantenerse enfocada en sus metas. Ella comentó que “la disciplina espiritual la ha ayudado cada día haciendo sus oraciones personales, leyendo las escrituras, asistiendo a las clases de seminario y cumpliendo con metas que la ayudan acercarse a Jesucristo.” Un ejemplo de esas metas es el programa de retos “Conectándote con Seminario y el Templo”.

Jennifer Mariana ha tenido un desempeño notable en su clase de tercero básico y en la natación, donde ha representado a Guatemala en los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se realizaron en julio recién pasado, en Barranquilla, Colombia.  También participó en el Campeonato Centroamericano y del Caribe de Aguas Abiertas realizado a principios del mes de julio en la isla de Aruba, nadando la distancia de 5 y 10 kilómetros, en ambos eventos obtuvo la quinta posición, siendo la mejor representación del país. Y en el año 2019 en Lima, Perú representará a Guatemala en los juegos Panamericanos.

Durante los nueve años que lleva en este deporte tiene una colección de más de 100 medallas obtenidas en eventos nacionales e internacionales.

Mariana, como se le conoce, nació el 9 de enero de 2004, es la segunda de 3 hijos, sus padres Alfio Taft García Fuentes y Gilda Mariana Mazariegos López, su hermano mayor se encuentra sirviendo una misión de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en Argentina.   

Sus padres la han apoyado en sus retos, le enseñan el Evangelio de Jesucristo en su hogar, a través de la práctica de la oración familiar, noche de hogar y lectura de las escrituras, tal como lo señala La Familia: Una proclamación para el mundo “Los padres tienen el deber sagrado de criar a sus hijos con amor y rectitud, de proveer para sus necesidades físicas y espirituales, y de enseñarles a amarse y a servirse el uno al otro, a observar los mandamientos de Dios y a ser ciudadanos respetuosos de la ley dondequiera que vivan.”