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Los jóvenes miembros de la Iglesia desempeñan un papel esencial en la sociedad y en la Iglesia, destacándose en ámbitos como el deporte, la academia, las artes y la espiritualidad. En ese sentido, las familias desempeñan un papel crucial al apoyar a los jóvenes en sus diversas disciplinas, facilitando su desarrollo y éxito.
A sus 17 años, Mathew Molina Liberato ha demostrado una dedicación excepcional al taekwondo, destacando los nombres de Bogotá, Colombia, su familia y La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, de la cual es miembro. Su compromiso y esfuerzo en este arte marcial lo han llevado a sobresalir en competencias nacionales e internacionales, consolidándose como un referente juvenil en su comunidad.
Desde los cuatro años, Mathew Molina Liberato, miembro del Barrio Villa Javier, Estaca Ciudad Jardín, ha dedicado su vida al taekwondo. Esta disciplina le ha brindado la oportunidad de representar a Colombia en múltiples competencias internacionales, donde ha obtenido diversas medallas. Actualmente, con 17 años, se prepara con determinación para los Juegos Olímpicos de la Juventud, programados en Dakar, Senegal, en 2026.
Recientemente, Mathew compitió en Corea del Sur, contribuyendo al destacado desempeño de la delegación colombiana. Reflexionando sobre sus logros, compartió: "He tenido la bendición de ser medallista a nivel local, nacional e internacional. Dos de mis logros más significativos son la medalla Panamericana obtenida en 2022 y la medalla en el Open Mundial en Corea del Sur 2024. Esta última experiencia me permitió cumplir el sueño de todo practicante de taekwondo: competir en la cuna ancestral de mi arte marcial".
Aunque disfruta practicando taekwondo, su objetivo principal es servir como misionero al cumplir 18 años: "Espero que, así como he sido bendecido en mi deporte, también lo sea en mi futura misión, para la cual me estoy preparando desde ya. Sé que hay personas esperando que el élder Molina les toque la puerta y les enseñe el Evangelio de Jesucristo", añadió.
Pablo Molina y Sandra Liberato, orgullosos de los logros de su hijo mayor, comparten cómo le han enseñado a equilibrar la práctica del taekwondo con los compromisos del Evangelio: "Como padres, debemos enseñar a nuestros hijos a establecer prioridades y dedicar tiempo a lo realmente importante, logrando un equilibrio entre el Evangelio, la familia, el estudio y las actividades edificantes. Es fundamental escucharlos, amonestarles con amor y apoyarles en sus iniciativas. Aunque no es fácil y requiere esfuerzo, constancia y disciplina, dedicar tiempo de calidad a nuestros hijos les encaminará por buen camino, mejorando su calidad de vida y, lo más importante, fortaleciendo su relación con nuestro Padre Celestial", expresaron sus padres.
Actualmente, Mathew continúa su riguroso entrenamiento en taekwondo, con el objetivo de alcanzar las metas propias de un atleta de alto rendimiento. Paralelamente, se prepara para servir en una misión de tiempo completo cuando llegue el momento adecuado.
Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se esfuerzan por desarrollar sus talentos, reconociendo que cada don proviene de Dios y debe emplearse para servir a los demás y cumplir con metas propias. Al identificar y cultivar sus habilidades, superan temores y dudas, preparándose para contribuir de manera significativa en sus familias, comunidades y en la obra del Señor. Saben que este proceso requiere dedicación, fe y la disposición de compartir los talentos, pero recuerdan que, al hacerlo, no solo benefician a quienes les rodean, sino que también cumplen con el propósito divino de su existencia.