Miembros de La Iglesia de Jesucristo apoyan en deslizamiento en Bajo Llojeta

Un deslizamiento de una mazamorra en Bajo Llojeta ha dejado más de 40 viviendas afectadas, provocando una rápida movilización de apoyo por parte de las autoridades locales, militares y la comunidad. Entre los voluntarios, destacó la presencia de miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, quienes no solo asistieron a los afectados de su congregación, sino también a otros vecinos necesitados.

Los miembros del Barrio Jardín, de la Estaca Alto San Pedro, liderados por el obispo Luis Cano, el presidente del Cuórum de Élderes Marcelino Corimayta y la presidenta de la Sociedad de Socorro Carmen Rojas, organizaron un equipo de ayuda para responder de inmediato. Equipados con palas, baldes y carretillas, colaboraron en la limpieza de viviendas y calles, removiendo el lodo que había inundado el área.

Además de la labor física, el equipo proporcionó alimentos, agua potable y otros suministros esenciales a las familias afectadas. "Estamos dispuestos a ayudar al prójimo en momentos de necesidad. En estos momentos de tristeza, hay un rayo de esperanza mediante el amor a nuestro prójimo, brindándoles servicio", expresó el obispo Cano, destacando el espíritu solidario de los voluntarios.

Aunque algunos miembros de la congregación también resultaron afectados por el desastre, el enfoque principal fue apoyar a toda la comunidad, sin importar la afiliación religiosa. "El servicio no solo consiste en ayudar a los nuestros, sino en extender la mano a todo aquel que lo necesite", comentó Marcelino Corimayta mientras dirigía las tareas de limpieza.

Este gesto de solidaridad refleja el compromiso de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de servir y apoyar en tiempos difíciles, buscando ser un rayo de esperanza y fortaleza para las comunidades afectadas.