El pasado nueve de diciembre, misioneros de tiempo completo, miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en colaboración con la comunidad, llevaron a cabo una labor altruista que reflejó el espíritu de servicio y amor al prójimo.

La beneficiaria de esta hermosa muestra de solidaridad es Ana Godoy, una madre soltera que, con una sonrisa inquebrantable, enfrenta valientemente su lucha contra el cáncer. Con el deseo de proporcionarle un espacio adecuado para descansar y recuperarse de sus tratamientos, los miembros de la iglesia, junto con los misioneros, se embarcaron en la construcción de una habitación adicional para ella y sus hijos.

Ana y sus hijos necesitaban un lugar más fresco y cómodo,ya que vivían en un contenedor. Los misioneros y miembros de la iglesia, movidos por el amor al prójimo, recolectaron materiales de construcción, y ofrecieron su tiempo y esfuerzo para hacer de esta construcción una realidad.
En un gesto que trasciende las barreras religiosas, el padre Alberto de la Iglesia Católica también se unió a esta noble causa, realizando una significativa donación de materiales que ha permitido avanzar rápidamente con la obra.

Los élderes en conjunto con las hermanas misioneras dedicaron su tiempo y energía para preparar el suelo de la nueva habitación. Ana, con gratitud palpable, no solo recibió la ayuda con alegría, sino que también sorprendió a todos preparando comida para expresar su agradecimiento.
"Muchas gracias por toda su ayuda, que el Señor les bendiga", expresó Ana emocionada. Su hijo Samuel servirá en una misión de tiempo completo en Colombia en febrero del 2024 por dos años de su vida. Para él, ver a la comunidad unida para ayudar a su madre es un testimonio vivo de la importancia de servir a los demás.

Aunque queda mucho trabajo por hacer, el espíritu de servicio y amor llenó los corazones de todos los participantes. Este acto ejemplar de compasión refleja los valores fundamentales de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y destaca la importancia de la comunidad en tiempos de necesidad.

Este proyecto no solo construye una habitación física, sino también un puente de esperanza y amor que conecta a la comunidad en una red de apoyo mutuo.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días reafirma su compromiso de ser luz y refugio para aquellos que enfrentan desafíos, demostrando que, a través del servicio, podemos construir un mundo mejor juntos.