En algunas ocasiones muchas personas ponen sus vidas en espera durante unos minutos, se reúnen con amigos y extraños y miran al cielo para ver algo que sucede solo cada algunas décadas: un eclipse solar total. La luna pasa entre la tierra y el sol en el cielo. Desde la perspectiva de algunos observadores, el sol se eclipsa por completo y el día se convierte en noche por un breve e impresionante momento.
¿Qué fue lo que hace del eclipse una experiencia tan poderosa para quienes lo presencian? Para algunos, sirve como un recordatorio de lo verdaderamente hermosos que son los cielos. Amanece y anochece, día tras día; ni siquiera pensamos en ello, pero el universo funciona como un reloj. Quizás sea necesario algo así como un eclipse para que notemos siquiera estas notables esferas celestiales. Pero el sol y la luna, la tierra y las estrellas continúan brillando y girando y moviéndose por el espacio. Este es verdaderamente un universo asombroso.
Pero entonces, al menos parte del significado de ese evento no proviene de lo que vemos en el cielo sino de lo que vemos a nuestro alrededor. Algo maravilloso sucede cuando nos reunimos para experimentar juntos algo sublime y trascendente. Nuestras miras y nuestros pensamientos se elevan más allá del aquí y ahora, más allá de las barreras que nos dividen. Se nos recuerda que todos vivimos y respiramos en el mismo magnífico planeta, con muchas experiencias comunes que nos unen.
Así como no apreciamos el sol hasta que se va por un momento, a veces no apreciamos realmente a nuestros seres queridos, nuestra salud y nuestras bendiciones, nuestros vecinos y comunidades, hasta que algo cambia. El eclipse nos da la oportunidad de reflexionar sobre este hermoso universo, las personas que lo integran y nuestra humanidad compartida. Pero no esperemos décadas para la próxima oportunidad. Podemos mirar al cielo y mirarnos unos a otros un poco más y gloriarnos en nuestro maravilloso mundo y las personas que lo habitan. Pueden suceder cosas asombrosas en los cielos y en nuestro corazón si las buscamos.
Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)