Misionero por un Día: Niños de La Iglesia de Jesucristo experimentan el gozo de servir

La capilla de Tocancipá de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días fue sede de la actividad "Misionero por un Día", donde unos 53 niños, acompañados por sus padres y líderes, participaron de diversas actividades con el fin de experimentar gozo de servir a Jesucristo.

De forma permanente, La Iglesia de Jesucristo cuenta con un programa misional que supone el servicio voluntario de jóvenes mayores de 18 años, quienes durante un tiempo determinado se dedican exclusivamente a servir al prójimo y a compartir su testimonio de Jesucristo.

En esta ocasión e inspirada por este programa, la organización de la Primaria de la Estaca Granada llevó a cabo una actividad, para que los niños vivieran de manera personal lo que significa servir como misionero de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Vistiendo conforme a las normas de la misión, los niños recibieron llamamientos para alguna de las "cinco misiones" creadas para la actividad. Cada misión representaba un país, y se recrearon experiencias para el ingreso al Centro de Capacitación Misional, entrega de placa misional y enseñanza de conceptos básicos del Evangelio.

Yolanda Gómez, presidenta de la primaria indicó que mediante esta actividad, los niños pudieron comprender mejor las responsabilidades de un misionero, generando aprendizajes significativos sobre el Evangelio. “Las expresiones y testimonios de los pequeños resaltaron como lo más destacado de la jornada, y nos sentimos felices de saber que pudimos cumplir con el objetivo al ayudar a fortalecer el testimonio de nuestros chicos desde muy temprana edad”, dijo.

Por su parte, Katherine Rivas, madre de uno de los niños participantes expresó: “Apoyo totalmente este tipo de iniciativas, porque sé que el Evangelio es el mejor lugar para nuestros hijos en un mundo tan complejo. Me alegra que mis niños tengan compromiso con el Salvador Jesucristo desde muy pequeños y sientan el gozo de servirle”.

Igualmente los pequeños tuvieron la oportunidad de compartir sus impresiones. Para Giselle Pérez Pita, de 9 años, “ser misionero no es fácil, requiere mucha preparación y pasar muchas dificultades, pero es una bonita experiencia de servicio y amor a Dios, a Jesucristo y a los demás”. A su vez, Linda Fernández Hidalgo, de 8 años dijo: “Gracias a esta actividad comprendí que las niñas tenemos también la oportunidad de prestar servicio y sentir el gozo de ayudar a las personas”.

Los miembros de la Iglesia de Jesucristo consideran que servir al Señor "como misionero es un privilegio sagrado; brinda bendiciones eternas tanto a la persona que sirve como a quienes él o ella presta servicio. Los llamamientos misionales incluyen la asignación de enseñar el Evangelio, de apoyar la labor de los departamentos o las unidades de la Iglesia, o de prestar servicio en la comunidad local.