La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tiene más de 65 mil misioneros que prestan servicio de tiempo completo para predicar el Evangelio en todo el mundo.
Seguramente los has visto en las calles de tu ciudad. Son mujeres y hombres de entre 18 y 25 años que por año y medio o dos años dejan su vida para compartir la obra de Jesucristo.
1.- Las misioneras y misioneros salen a enseñar los principios de la Iglesia de Jesucristo en pareja, es decir, de dos en dos. En ocasiones hay grupos de tres misioneras o de tres misioneros pero comúnmente verás a dos hermanas o a dos élderes predicando el Evangelio en calles de tu comunidad.
2.- Las mujeres y hombres que sirven en una misión de la Iglesia de Jesucristo no reciben ningún sueldo. La obra misional es voluntaria y es la familia de cada joven la que financia la misión.
4.- ¿De dónde proviene la palabra Élder? La palabra "Anciano" se emplea de distintas maneras en la Biblia. En muchos casos del Antiguo Testamento se refiere a los hombres de mayor edad de una tribu, o a quienes por lo general se confiaban los asuntos gubernamentales. Su edad y experiencia eran motivo de que a menudo se buscara su consejo. La Iglesia optó por usar el término "Élder", que es el equivalente de "Anciano" en inglés, como título apropiado para los misioneros.
5.- Durante todo el servicio misional, las y los misioneros se dirigen a todas las personas, incluidos sus compañeros de misión, por el pronombre Usted.
6.- Las mujeres y hombres que prestarán servicio en una misión desconocen el lugar a donde van a predicar, ya sea en el país de origen o en el extranjero. Tampoco saben si necesitarán aprender de un idioma distinto al suyo. Tampoco, ningún joven decide en absoluto el lugar a dónde será llamado a servir. Después de enviar sus documentos y solicitar el inicio de la obra misional, cada joven recibe un sobre sellado (en fechas recientes un correo electrónico a su cuenta personal) con una carta firmada por el Presidente de la Iglesia donde se le informa el lugar dónde prestará servicio para predicar el Evangelio.
7.- Las y los jóvenes misioneros son enviados solo a países donde la Iglesia opera y se permite hacer proselitismo del Evangelio. Tras recibir su asignación, las y los misioneros son enviados a uno de los 10 Centros de Capacitación Misional que la Iglesia tiene en 10 diferentes países.
8.- Las hermanas sirven en una misión por 18 meses y los élderes por 24 meses. Durante ese periodo prestan servicio en diversa áreas de la misión a la que fueron enviados y tienen diversos compañeros o compañeras.
9.- Los compañerismos de misioneras y misioneros son integrados sin importar nacionalidades, edades o color piel. Si bien puedes encontrar en la calle a una pareja de misioneras o misioneros mexicanos, puedes encontrar a una joven estadounidense con una joven proveniente de Brasil, a una misionera mexicana con una misionera de Tonga o a un Élder de Perú cuyo compañero puede ser tailandés.
10.- Durante la obra misional, los jóvenes no ven televisión, escuchan radio o leen diarios. Por 18 o 24 meses los jóvenes hacen una pausa en sus estudios; dejan sus redes sociales y las comodidades de su hogar para vivir de manera modesta, que les permita concentrarse en la obra misional.
11.- Las y los misioneros en México se trasladan en el transporte público. Dependiendo de la zona en la que prestan servicio, pueden hacer uso de bicicleta. Si bien pueden recibir la ayuda de algún miembro de la Iglesia que les dé un aventón, no deben conducir o sentarse en los asientos delanteros. En algunos países, los misioneros pueden usar un vehículo proporcionado por la Iglesia, sobre todo en naciones donde existen comunidades muy alejadas.
12.- México es uno de los pocos países donde los miembros de la Iglesia de Jesucristo comparten los alimentos con las y los misioneros. Cada día, una familia diferente del área donde prestan servicio, los recibe en su hogar para compartir los alimentos de la tarde.
13.- Los misioneros tienen un día de la semana asignado para preparar sus ropas, realizar compras y tener todo listo para realizar el proselitismo.
14.- El lunes es también el día asignado donde las misioneras y los misioneros pueden comunicarse con sus familias. Los papás, hermanos, amigos, cualquier familiar o novias y novios no pueden visitar a los jóvenes en su misión. Solo pueden comunicarse por teléfono, video llamada o correo electrónico. A partir de 2019, las misioneras y misioneros pueden llamar a sus hogares cada lunes. Antes solo se permitían llamadas en Navidad y el Día de las Madres. Antes del uso masivo de internet las y los misioneros se comunicaban a sus hogares por medio de cartas.
15.- Las y los jóvenes que prestan servicio en una misión deben ser solteros y no ser padres o madres de familia.
16.- Por respeto y orden, la vestimenta de las misioneras y misioneros en todo momento debe ser presentable. Los élderes visten camisa blanca con corbata, pantalón de vestir o traje. Las misioneras vestido o falda. A partir de 2019 y dependiendo de la zona en la que se prestan servicio, especialmente en zonas frías, las hermanas pueden usar pantalón.
17.- Las misioneras o misioneros evitan el entretenimiento, fiestas o actividades comunes de su edad para que puedan enfocarse en el servicio misional.
18.- Por respeto y seguridad, las misioneras y misioneros no deben cargar bebés o sentar pequeños en su regazo. Tampoco jugar con ellos o tener algún tipo de contacto físico, excepto un saludo de manos; con personas jóvenes o adultos también solo pueden dar un apretón de manos.
19.- Las misioneras o misioneros nunca están solos. Siempre deben estar junto a su compañero o compañera.
20.- Después de prestar servicio misional y vivir un periodo que deja grandes enseñanzas y madurez, las y los jóvenes regresan a sus hogares a retomar su vida y estudios. En los últimos años la Iglesia facilita diversas oportunidades y plataformas para que los jóvenes retomen sus estudios universitarios o de oficios.