Comunicado de Prensa

Muere Stephen R. Covey

Stephen R. Covey reconocido como uno de los 25 americanos más influyentes murió ayer lunes a los 79 años de edad en el Centro Médico Regional del oeste de Idaho a las 2:15 de la mañana a causa de dolencias ocasionadas a raíz de un accidente de bicicleta en abril pasado.  Sean Covey uno de sus hijos dijo que la familia completa había asistido a una reunión el 4 de julio pero la mayoría habían regresado ya a sus hogares.

Stephen R. Covey, quien hizo su nombre enseñando y alentando millones a través de su libro "Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”. Los nueve hijos de los Covey regresaron a Idaho Falls el domingo. Sandra Covey la esposa de Steve y cada uno de sus hijos estuvieron con él al momento de su muerte.  “Eso fue lo que él deseó de sus hijos como una manera magnífica de partir” dijo Sean Covey uno de sus hijos.

Stephen R. Covey tenía una licenciatura en Administración de Empresas de la Universidad de Utah y una maestría MBA de la Universidad de Harvard y un doctorado de la Universidad de Brigham Young en Historia y Doctrina de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de la que es un miembro activo y prominente.

Covey fue nominado por la Revista Times como uno de los 25 los americanos más influyentes y autor de numerosos libros enfocados en liderazgo.  “Los 7 hábitos de la gente más efectiva” fue uno de sus libros más vendidos alcanzando más de 20 millones de copias en 38 idiomas. Covey también fundó el Centro de Liderazgo Covey del cuál emergió en sociedad con Franklin Quest en 1997 la empresa Franklin Covey Company enfocada en liderazgo, estrategia y efectividad individual.

Covey también fué aficionado a las artes. Muchos artistas presentan sus talentos en el "Covey Center for the Arts", (Covey centro para las artes), en Provo, Utah, Estados Unidos. Covey vivió en Provo muchos años y fué muy reconocido por su generosidad. Dió de su dinero, su tiempo y de si mismo. Fue una influencia muy positiva en el mundo.

Cuando Sean Covey estaba jugando fútbol en BYU (Brigham Young University), su padre regularmente viajaba largas distancias para asistir a sus juegos.  En una  de esas ocasiones, Stephen Covey hizo arreglos especiales para dejar una asignación de trabajo en el extranjero para ver  a su hijo jugar.  Sean Covey recuerda que ese no fue su mejor partido. "Jugué terrible", dijo ayer lunes al diario local Deseret  News. "Después del juego, él me esperó afuera del vestuario, salí y me abrazó y dijo: 'Sean estuviste maravilloso hoy. Yo le dije, no papá, este fue el peor juego que jamás he tenido.  Él dijo, no, estaban recibiendo una paliza pero se mantuvieron luchando. Nunca he estado tan orgulloso de ti.» "Me hizo sentir tan bien.  Si tu hablas con alguno de nosotros los hijos, lo primero que diríamos de nuestro papá es que siempre afirmó al individuo, siempre creía en uno, fue tan positivo y así fue con todos.

Nota sobre la Guía de Estilo:Al publicar noticias o reportajes sobre La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tenga a bien utilizar el nombre completo de la Iglesia la primera vez que la mencione. Para más información sobre el uso del nombre de la Iglesia, visite nuestraGuía de estilo.