Muhammad Ali y las personas más allegadas a él comenzaron a redactar hace años un documento, el cual fue creciendo tanto al paso del tiempo que todos comenzaron a llamarlo “El Libro”. Su contenido se dará a conocer pronto.
En las numerosas páginas el gran boxeador definía con lujo de detalles cómo quería decir adiós al mundo.
“El mensaje que enviaremos no es nuestro. Esto fue diseñado realmente por el propio campeón”, dijo Timothy Gianotti, experto en estudios islámicos, quien durante años ayudó a planificar las ceremonias. “El amor, el respeto y el carácter incluyente que vamos a experimentar durante los próximos días constituyen en realidad una reflexión sobre su mensaje a toda la gente del planeta Tierra”.
Ali, quien falleció el viernes 3 de junio a los 74 años, fue tres veces campeón mundial de los pesados, y quería que la ceremonia principal en su memoria se realizara en una arena deportiva. Deseaba que varias religiones pudieran expresar su voz, sin dejar de cumplir con las tradiciones de su fe musulmana.
Y anhelaba que la gente común asistiera al acto, no solo las celebridades.
El púgil jamás se deprimió al hablar de su muerte, dijo Bob Gunnell, vocero de la familia Ali. Recordó las propias palabras del exdeportista durante las reuniones para planificar el funeral.
“Está bien. Estamos aquí para hacer el trabajo del modo en que yo quiero que se haga”, habría comentado.
El documento fue sometido a más revisiones en los últimos días de Ali, quien falleció en un hospital de Arizona, donde estaba presente su familia. Durante años, el plan contempló que el cadáver debía llevarse al Centro Muhammad Ali en Louisville, dijo Gunnell. Ese homenaje se rechazó de último minuto porque la esposa del boxeador, Lonnie, temía que ello obligara a cerrar las puertas del recinto, ante la gran cantidad de gente que trataría de congregarse ahí.
En vez de ello, se optó por una procesión de varios kilómetros, que llevaría el cadáver de Ali por toda su ciudad natal. La caravana pasaría frente al museo construido en honor del peleador, por el bulevar que lleva su nombre y por el barrio donde creció, jugó en la bicicleta y practicó boxeo de sombra.
Louisville, una ciudad que sólo suele llamar la atención nacional durante dos minutos al año en el Derby de Kentucky, albergaría el viernes 10 de junio uno de los mayores sucesos en su historia. Expresidentes, jefes de gobierno de varios países, estrellas de cine y deportistas famosos llegaron para rendir homenaje a Ali.
El exmandatario Bill Clinton, viejo amigo de Ali, pronunció un discurso durante el funeral en el KFC Yum Center, donde se ocuparon las 22.000 butacas.
Otros oradores incluyeron a representantes de varios credos, incluyendo musulmanes, judíos, cristianos, budistas y mormones.
Orrin Hatch representante mormón en el funeral de Ali
Muhammad Ali era amado en todo el mundo, pero quizás uno de sus amigos más improbables era el senador Orrin Hatch, quien recordó al campeón de peso pesado tres veces en su funeral el viernes.
El republicano de Utah dijo que el compromiso de Ali para encontrar un espacio común con personas diferentes de sí mismo era uno de sus mayores dones.
Al hablar en el funeral de Ali en Louisville, Kentucky, Hatch dijo que los dos se conocieron hace 28 años cuando un asistente le dijo que tenía un visitante en su oficina del Senado. Los dos unidos en su amor por el boxeo, Hatch fue una vez un boxeador amateur.
"Me sorprendió mucho que fuera nada menos que el campeón", dijo Hatch. "La amistad que hemos desarrollado, creo que fue desconcertante para muchas personas - especialmente aquellos que sólo veían nuestras diferencias."
"Pero donde otros veían diferencia, Ali y yo vimos el parentesco", agregó.
Los dos hombres compartían una infancia humilde en las ciudades de la clase trabajadora, un alto valor de la familia y devociones profundas a sus creencias. Hatch dijo que estas cosas eran el fundamento de "una relación rica y significativa."
"Es cierto que eramos diferentes en algunos aspectos, pero nuestras diferencias fortalecieron nuestra amistad, no la definieron," dijo Hatch. "Vi la grandeza en la capacidad de Ali de mirar más allá del horizonte y nuestras diferencias, para encontrar un espacio común."