En Cartagena, un grupo de mujeres pertenecientes a la Sociedad de Socorro de La Iglesia de Jesucristo, aprendieron diferentes formas de realizar ministración gracias a una creativa actividad organizada por las líderes de la estaca.
Fueron casi 140 mujeres de la Estaca Cartagena las que participaron de una jornada recreativa, llevada a cabo en el municipio de Turbaco. La jornada fue organizada por las líderes de estaca, para enseñar y motivar a las mujeres a ministrarse unas a otras mediante una serie de actividades recreativas.
La primera de las actividades realizadas se llamó “Ponte en sus zapatos”. Todas las hermanas intercambiaran su calzado para sentir lo que es estar en los zapatos de alguien más. Esta dinámica se utilizó como metáfora para enseñar que, así como cada persona tiene una talla diferente de calzado, cada quien atraviesa por diferentes situaciones y pruebas a lo largo de su vida y debemos ser empáticos para ministrar con amor a los que nos rodean. Otra de las actividades fue un show de talentos en el que las hermanas compartieron sus dones de canto, baile, mímicas, costura y actuación.
Ana Sabalza, primera consejera de la Sociedad de Socorro de estaca y una de las organizadoras, compartió: “El paseo en la casa finca me pareció muy emocionante, el poder gozar de la piscina y de esos alimentos tan ricos que hicieron. Conocimos hermanas de otros barrios, realmente pudimos aprender sobre la ministración y tener ese placer de conocerlas una a una, de poder hablar con ellas y sentir el espíritu en ese momento de recreación, aprender y comprender la hermandad que tenemos que tener como hermanas; realmente la hermandad hace la unión y la unión hace la fuerza”.
Yudi Stephany Muñoz Licona del Barrio Torices, compartió: “Me sentí muy feliz con mi Padre Celestial, agradecida por la oportunidad que me dió de poder compartir con mis hermanas espirituales. Fue una actividad muy agradable, sentí el Espíritu Santo y esa alegría que no sentía en mucho tiempo, me sentía como una niña, como una jovencita nuevamente”. Agregó: “estoy muy agradecida con todas por lo especial que nos hicieron sentir en la actividad, pude conocer a muchas hermanas, conocer muchos talentos de otras hermanitas. Toda la recreación que pasamos estuvo muy didáctica y lo único que puedo expresar es que estoy agradecida por esa actividad y sería fantástico repetirla”.
Los miembros de la Iglesia consideran que una de las maneras de seguir el ejemplo de Jesucristo es a través de la ministración. Ministrar es cuidar de los demás a la manera de Cristo; está motivado por nuestro deseo de cumplir el mandamiento de amar a nuestro prójimo e incluye el servicio a las personas, fruto de nuestra preocupación por su bienestar espiritual y temporal.
