
No siempre es seguro hacer lo que cree que es correcto.
Expresar sus convicciones más profundas y vivir sus verdades más altas puede desafiar la cultura que le rodea. La libertad de conciencia es vital para el ejercicio de la autoridad moral, especialmente frente a la oposición. Forjamos nuestras identidades tomando una postura sobre lo que está bien y lo que está mal.
Este derecho de nacimiento pertenece a todos nosotros. La conciencia no conoce género.
En los países alrededor del mundo, los actos de conciencia, incluso cuando no hacen daño a nadie, provocan actos de castigo. La fricción surge cuando las minorías ejercen su presencia en la vida pública. La persecución religiosa perjudica a todos, pero las mujeres y las niñas parecen particularmente afectadas. En muchas culturas y sistemas legales, es menos probable que reciban protección. Limitar la expresión religiosa priva a las mujeres de una amplia gama de creencias.
Malala Yousafzai es una joven musulmana defensora de la educación femenina e infantil. Recibió amenazas por sus esfuerzos y en 2012 sufrió un intento de asesinato en un autobús escolar en Pakistán. Habiendo sobrevivido, Malala ganó el Premio Nobel de la Paz. Ella cree que puede ser fiel a su religión al tiempo que promueve los derechos de las mujeres. [1]
Los líderes de la fe bahá'í en Irán, Mahvash Sabet y Fariba Kamalabadi, fueron arrestados en 2008 y sentenciados a 20 años de prisión por practicar su religión. Acusados de “propaganda contra el sistema”, estas madres de mediana edad languidecen bajo condiciones duras. Según un compañero prisionero liberado, “no sienten odio en sus corazones”. [2]
Ma Huichao, una mujer cristiana en China, fue condenada recientemente a tres años de cárcel por tener una clase de estudio bíblico en su casa. [3]
Dos hermanas musulmanas, Zulhumor Hamdamova y Mehrinisso Hamdamova, fueron arrestadas en Uzbekistán en 2009 por celebrar reuniones religiosas. La policía allanó su casa y ahora están cumpliendo penas de prisión de larga duración en un campo de trabajo donde su salud se está deteriorando. [4]
Nadia Murad es una yazidí del norte de Irak. En 2014 su pueblo fue atacado por terroristas del Estado Islámico. Ella y miles de otras mujeres fueron violadas, forzadas a matrimonios, mantenidas en esclavitud y forzadas a convertirse. Ella escapó y ahora está trabajando con la abogada de los derechos humanos Amal Clooney, para proporcionar justicia para su gente. Juntas, estas dos mujeres testifican ante los tribunales internacionales, visitan campos de refugiados y expresan su causa ante los medios globales. [5]
La libertad de religión o de creencias es uno de los derechos más importantes de las mujeres. Sin ellos, dicen los académicos Brian Grim y Jo-Ann Lyon, “los grupos minoritarios, incluidas las mujeres, no participarán en la mesa y sus voces vitales, productivas y creativas no se escucharán”. El resultado es la desigualdad y la represión. Grim participó en un reciente estudio que muestra “claros vínculos entre la libertad religiosa, la estabilidad económica y el empoderamiento de la mujer”. [6]
Todos los derechos cooperan para promover la dignidad humana. Kristina Arriaga y John Ruskay, ambos expertos en este campo, creen que la libertad religiosa ayuda a cumplir el potencial de las mujeres. “Los partidarios de los derechos humanos, en particular los defensores de los derechos de las mujeres, pueden promover su causa cuando se unen a los partidarios de la libertad religiosa”. [7]
El mejor tipo de libertad religiosa permite a las mujeres determinar sus propias creencias, hablar cuando ven defectos en la práctica de sus tradiciones de fe, elegir una religión diferente y participar en la sociedad. Cada país tiene un historial diferente en cuanto a los derechos de las mujeres. Pero donde se honra la libertad religiosa, las mujeres recurren más a la ley y reciben mejores oportunidades educativas. [8] Esto les permite asumir papeles de liderazgo en el mejoramiento de sus comunidades.
La estabilidad depende del bienestar de las mujeres. Valerie Hudson, profesora de política exterior, afirma que “existe un vínculo fuerte y altamente significativo entre la seguridad del estado y la seguridad de las mujeres. De hecho, el mejor predictor de la tranquilidad de un estado no es su nivel de riqueza, su nivel de democracia o su identidad etno-religiosa; el mejor predictor de la tranquilidad de un estado es lo bien que son tratadas sus mujeres”. [9]
Un mundo donde las mujeres están facultadas para seguir su conciencia es un mundo de mayor paz y buenas posibilidades.
_____________________________
[1] Véase la biografía de Malala Yousafzai, www.nobelprize.org, y "Malala Yousafzai: Soy una feminista y una musulmana", Channel 4 News, 15 de diciembre de 2015, www.channel4news.com.
[2] Roxana Saberi, “In Iran, Shackling the Baha’i Torchbearers,” (“En Irán, encadenando a los portadores de la antorcha bahá'í”, Washington Post, 28 de agosto de 2010; “Seven Baha'i Leaders Given Harsh Prison Sentence,” amnestyusa.org (“Siete dirigentes bahá'ís fueron condenados a duras penas de prisión”, amnestyusa.org.
[3] Stoyan Zaimov, “Chinese Christian Woman Sentenced to 3 Years in Prison for Holding Bible Study,” (“Mujer cristiana china condenada a 3 años de prisión por realizar un estudio bíblico”), The Christian Post, 2 de enero de 2017.
[4] Mushfig Bayram, “Uzbekistan: More Jailings, Long-Term Prisoners' Sentences Increased,” (“Uzbekistán: más encarcelamientos y aumento de sentencias de largo plazo”), Forum 18 News Service, 18 de noviembre de 2016.
[5] Robert Guest, “Two Women, One Cause,” (“Dos mujeres, una causa”), The Economist 1843, febrero / marzo de 2017.
[6] Brian Grim y Jo-Ann Lyon, “Religion holds women back. Or does it?” (“La religión mantiene en retraso a las mujeres. ¿O es así?”), Foro Económico Mundial, 17 de noviembre de 2015; Véase también Brian J. Grim, Greg Clark y Robert Edward Snyder, “Is Religious Freedom Good for Business?” (“¿Es la libertad religiosa buena para los negocios?: un análisis conceptual y empírico”), Revista Interdisciplinaria de Investigación sobre la Religión, vol. 10 (2014).
[7] Kristina Arriaga y John Ruskay, “Empower Women by Standing for Religious Freedom”, (“Empoderar a las mujeres apoyando la libertad religiosa”), Religion News Service, 9 de diciembre de 2016.
[8] Brian J. Grim y Roger Finke, “The Price of Freedom Denied” (“El precio de la libertad negado”), (2011), 206.
[9] Valerie M. Hudson, “What Sex Means for World Peace,” (“Lo que significa el sexo para la paz mundial”), Foreign Policy, 24 de abril de 2012.