En Girardot, un grupo de niños tuvo la oportunidad de aprender más sobre la obra misional en una actividad organizada por los líderes de la Primaria. La actividad se llamó Misioneros Kids, y tuvo como propósito el enseñar a niños y niñas de una manera didáctica, cómo llegar a ser un misionero de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Fueron 30 niños los que participaron de este evento, organizado por la primaria del Barrio Girardot, de la Estaca Ibagué. La reunión se llevó a cabo en dos momentos, en la mañana participaron los niños de 18 meses hasta los 7 años y en la tarde los de 8 a 11 años, quienes aprendieron a través del juego, los valores que deberían trabajar en su vida para poder ser mejores misioneros en el futuro, como el amor, el servicio y el trabajo en equipo.
La presidenta de la primaria del Barrio Girardot, Ángela Patricia Tovar, habló sobre el privilegio de servir en este llamamiento, “es una de las organizaciones más completa que puede tener la iglesia, es la base fundamental del crecimiento espiritual de los niños, no escatimando que la enseñanza se aprende en el hogar, somos portadores de una semilla importante en este tiempo tan difícil”. La organización de la Primaria de La Iglesia de Jesucristo tiene como propósito apoyar a los niños y a todos los que procuran enseñar, dirigir y amar a los niños. Proporciona recursos para el aprendizaje del Evangelio, el servicio, las actividades y el desarrollo personal.
Jeffrey Habacuc Tovar, quien participó en la actividad, comentó: “me sentí bien en la actividad de ser un misionero y aprender cómo ser un misionero cuando crezcamos, aprendí el trabajo en equipo, todo lo que hacen los misioneros cuando necesitan ayuda, yo sé que mi Padre Celestial vive y Jesucristo también vive”.
Tovar complementó, “realmente la satisfacción que se siente al poder ver a nuestros pequeños portar la camisa blanca, su corbata y una plaquita es inmensa, fue maravilloso el poder ver sus rostros, esa alegría de volverse a ver, el poder compartir la parte espiritual y los juegos, fue hermoso ver las caras de los niños al ver a los maestros, fue muy especial”.
El Señor ha declarado que la obra misional es la responsabilidad de todos los que lo siguen (véase Mateo 28:19–20; D. y C. 88:81). Los miembros de la Iglesia procuran, con la bondad y la fortaleza de sus testimonios, compartir el mensaje del Evangelio y ayudar a personas que no sean miembros de la Iglesia para que los misioneros regulares les enseñen.
