Niños con discapacidad en Mi Perú reciben donaciones de la Iglesia de Jesucristo

Apoyo solidario a niños con habilidades especiales en Mi Perú

El pasado 25 de enero, 27 niños con síndrome de Down, autismo y otras habilidades especiales, junto con sus familias, recibieron donaciones de la organización de la Primaria de la Estaca Magdalena de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La entrega incluyó juguetes, útiles escolares, ropa y artículos de limpieza, recolectados con la colaboración de las organizaciones de la Primaria y la Sociedad de Socorro.

La actividad benefició a la Asociación de Madres y Niños con Habilidades Especiales del distrito de Mi Perú, una comunidad en la provincia constitucional del Callao, fundada por las propias madres con el propósito de brindarse apoyo mutuo. La asociación es liderada por Doris Delinda Álvarez Rodríguez.

Un esfuerzo conjunto por el servicio y el amor al prójimo

Los líderes de la Estaca Magdalena que participaron en la entrega fueron Milton Aldea, segundo consejero de la presidencia de estaca; Flor Chonsen, presidenta de la Primaria; sus consejeras Susana Figueroa y Jacqueline de Aldea; y Paola Mendoza, líder de actividades de la Primaria, quien dirigió el evento.

Desde la convocatoria en la quincena de enero, la respuesta de los miembros de la iglesia fue inmediata y generosa, logrando reunir una cantidad significativa de donaciones para apoyar a las familias del distrito de Mi Perú.

Momentos emotivos y testimonios de fe

Durante la actividad, los líderes compartieron mensajes sobre el amor de Dios y Jesucristo a través del servicio. Además, dos niñas de la Primaria de la Estaca Magdalena, Brisa Zeña Oré y Hazel Barrenechea Paz, participaron con permiso de sus padres, representando a los niños donantes.

Uno de los momentos más especiales se vivió cuando Brisa, quien celebraba su cumpleaños, recibió espontáneamente una canción de felicitación de los niños de la asociación, lo que la conmovió profundamente. “Este ha sido un cumpleaños muy especial, no lo hubiera cambiado por nada”, expresó emocionada, ella eligió asistir a esta actividad siendo un día especial y al tratarse de su último año en la organización de la Primaria. Por su parte, la niña Hazel intentó compartir su testimonio, pero la emoción la abrumó y no pudo hablar, dejando que sus lágrimas transmitieran su sentir. Este gesto sensibilizó a todos los presentes, reflejando el espíritu de amor y solidaridad del evento.

Como muestra de gratitud, los niños de la Primaria entregaron cartas con mensajes sobre el amor de Jesucristo, y los niños de la asociación respondieron con una carta especial para toda la organización de la Primaria.