La actividad Manos que Ayudan a reunir a niños y familias en una jornada de limpieza, trabajo en equipo y alegría cristiana. Mientras reconocían basura y barrían senderos, los niños no solo cuidaban la creación de Dios, sino que también compartían su luz.
| Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
"Me sentí feliz al ayudar a los que trabajan en el parque. Vi su felicidad y entendí que no debo tirar basura donde quiera. Jesucristo también sirvió. Sé que lo que hacemos en la Primaria es bonito y verdadero", expresó Alvin Ruiz, del Barrio La Compañía.
Desde el Barrio Rumiñahui, Pablo Gahona comentó: “Mi experiencia fue muy buena y bonita, porque yo sabía que Dios hubiera hecho lo mismo. Yo sé que Jesucristo vive y que el Libro de Mormón es verdadero”.
"Me sentí muy bien al prestar servicio. Pude limpiar el parque y dar felicidad a través del servicio. Sé que esta es la Iglesia de Jesucristo, esta es su obra, y el Libro de Mormón es verdadero", compartieron Maximiliano y Emili Porras, del Barrio Cayambe.
Olger Ruiz también comentó: "Pude ayudar a los demás y vi llegar a dos señoras con escobas y tachos. Al ver que ya habíamos limpiado, supe que podrían volver pronto a casa. Eso es lo que Diosito quiere: que yo ayude y comparta su amor con otros".
Otros niños también testificaron con fe y ternura: “Sé que al ayudar estoy siguiendo a Jesús. Él me guía para hacer el bien”. “Sentí paz mientras servía y aprendería a cuidar mejor la ciudad”.
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La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días enseña que el verdadero discipulado comienza con pequeños actos de amor. A través de estas experiencias, los niños aprenden a seguir al Salvador sirviendo con gozo, llevando esperanza y testimonio a su comunidad.