Nota de prensa

Nueva esperanza de una sanación más profunda de la depresión y la ansiedad

Las historias de sanación a largo plazo de la depresión y la ansiedad ilustran que los cambios graduales en la vida que el Evangelio alienta pueden contribuir de maneras importantes a la sanación

Por el Dr. Jacob Hess

Jesucristo no solo fue un maestro maravilloso, sino también un sanador que conducía a las personas a un alivio duradero de aquello que les afligía. Eso se debe a que el Salvador tomó sobre Sí “los dolores y las enfermedades de su pueblo…, a fin de que según la carne supiera cómo socorrer a los de su pueblo” (véase Alma 7:11–12).

Para aprender más acerca de la sanación duradera de la depresión y la ansiedad, he repasado más de cien historias de personas que han experimentado una sanación más profunda y a largo plazo de esos desafíos cada vez más comunes. Al hacerlo, he determinado varios temas útiles que aparecen en muchas historias de sanación, entre ellos, cambios físicos, emocionales, en las relaciones y también espirituales.

Incluso antes de que la pandemia del COVID-19 aumentara el estrés, el aislamiento y el dolor, se apreciaba cada vez más la forma en que los modelos de estilo de vida influyen en la angustia emocional. Como dijo el Dr. Stephen Ilardi: “Los seres humanos nunca fuimos concebidos para el ritmo de vida del siglo XXI: mal alimentados, sedentarios, puertas adentro, faltos de sueño, aislados socialmente y ajetreados”.

¿Qué medidas podemos tomar en nuestro propio hogar para contrarrestar esos modelos de estilo de vida que nos hacen vulnerables a la angustia emocional? Basándome en los temas que he determinado, a continuación figuran varios ajustes específicos que pueden hacer las personas que sufren emocionalmente para ahondar su sanación emocional.

1. Mantengan la esperanza en la posibilidad de una sanación más profunda

2. Hagan ajustes pequeños y grandes en la vida

3. Prioricen la actividad física, la nutrición y el sueño

4. Modifiquen su dieta mental y actividad mental

5. Procuren el perdón y la sanación de los traumas del pasado

6. Profundicen sus conexiones con Dios y con otras personas

7. Disminuyan la dependencia

Los cambios pequeños marcan una gran diferencia

Ver la forma en que ese cambio gradual es fundamental para la sanación duradera ha aumentado mi aprecio por ser parte de una comunidad del Evangelio dedicada al crecimiento continuo y al progreso eterno.

Fuente: Revista Liahona de Julio 2022

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