El obispo presidente Gérald Caussé, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, visitó la sede del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas en Roma el jueves 17 de abril de 2025.
Sobre la base de una década de colaboración, la visita del líder principal de la Iglesia fortaleció los lazos entre los dos grupos, ambos comprometidos a ayudar a los necesitados. Fue recibido calurosamente por la Cindy McCain, directora ejecutiva del PMA y Rania Dagash-Kamara, directora ejecutiva adjunta de Asociaciones e Innovación, . Acompañaron al obispo Caussé, David McMillan, secretario del Obispado Presidente, y Christian Ottiker, gerente de Bienestar y Autosuficiencia del Área Europa Central de la Iglesia.
"Nuestra colaboración de larga data con el Programa Mundial de Alimentos nos permite fomentar la esperanza y la autosuficiencia en medio de la adversidad", afirmó el obispo Caussé. "Al aprovechar nuestros recursos y experiencia combinados, podemos marcar la diferencia en las vidas de quienes enfrentan la inseguridad alimentaria. Inspirados por las enseñanzas y el ministerio de Jesucristo, nos esforzamos por seguir Su ejemplo de alimentar a los hambrientos y cuidar de los necesitados".
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La visita comenzó con un momento conmovedor en la exposición del Premio Nobel de la Paz del PMA, seguido de la colocación de flores por parte del obispo Caussé y McCain en el muro conmemorativo dedicado al personal del PMA que ha perdido trágicamente la vida al servicio de los hambrientos. Posteriormente, el grupo recibió importantes sesiones informativas sobre las emergencias actuales. Para obtener una comprensión más profunda de los desafíos y el impacto en los beneficiarios, escucharon directamente a los representantes del PMA en los países de Chad, Ucrania y Sudán.
Un enfoque importante de las discusiones fue el trabajo vital del PMA en nutrición, comidas escolares y logística, áreas clave en las que la Iglesia y el PMA han colaborado activamente desde 2014. Los participantes aprendieron que los programas del PMA no solo brindan ayuda inmediata, sino que también fomentan la resiliencia a largo plazo en las comunidades vulnerables. En particular, la sesión informativa sobre los programas de alimentación escolar destacó su doble beneficio: proporcionar alimentos esenciales a los niños y, al mismo tiempo, impulsar las economías locales al obtener alimentos de los agricultores locales, fortaleciendo así la resiliencia de la comunidad.
McCain expresó su profunda gratitud al obispo Caussé por el apoyo continuo de la Iglesia y su impacto genuino en las vidas de quienes enfrentan la inseguridad alimentaria. También compartió su esperanza de que continúe una colaboración sólida en el futuro.
"En el PMA, estamos agradecidos por nuestra colaboración con La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días", dijo McCain. "Nuestros valores compartidos de compasión y servicio a los demás nos inspiran a trabajar juntos para acabar con el hambre y la malnutrición, transformando vidas y empoderando a las comunidades para que prosperen".
Dagash-Kamara, del PMA, caracterizó la visita del obispo Caussé como una "oportunidad significativa para discutir la amplitud y profundidad de nuestra colaboración de 11 años, entregando resultados impactantes en los programas de respuesta a emergencias y desarrollo sostenible. Apreciamos profundamente nuestra relación con La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que es fundamental en nuestra lucha para lograr el hambre cero y nos ha permitido marcar una diferencia tangible en la vida de millones de personas".
El año pasado, para celebrar 10 años juntos, la Iglesia, el PMA y el Programa Mundial de Alimentos de EE. UU. colaboraron para financiar un centro de respuesta a emergencias en Barbados. Más tarde ese mismo año, la Iglesia contribuyó con 8 millones de dólares para apoyar el programa de comidas escolares del PMA en Haití, donde la mitad de la población lucha por encontrar lo suficiente para comer.
La visita del Obispo Caussé el jueves pone de relieve un compromiso continuo, ya que no es el primer caso de un líder de la Iglesia que se compromete con el PMA en Roma. En 2022, su consejero, el obispo L. Todd Budge, presentó al PMA una contribución sustancial en nombre de la Iglesia de 32 millones de dólares para hacer frente a lo que el PMA llamó acertadamente una "crisis sísmica del hambre".