Fue una velada de gratitud, historias y heroísmo silencioso. El 19 de junio de 2025, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se reunió en Košice con amigos para celebrar algo extraordinario: la labor constante, muchas veces invisible, de personas y organizaciones que están cambiando vidas en toda Eslovaquia.
El evento, realizado en un elegante recinto en el corazón de la ciudad, rindió homenaje a catorce organizaciones no gubernamentales cuyos esfuerzos diarios llevan esperanza a los más vulnerables. Lo que se desarrolló fue más que una ceremonia: fue un sincero homenaje a la compasión, la colaboración y la convicción de que los pequeños actos de servicio se expanden con un poderoso efecto.
La presencia de numerosos invitados, entre ellos representantes del gobierno, líderes de la sociedad civil y colaboradores humanitarios, puso de relieve el creciente espíritu de cooperación entre la Iglesia y la sociedad civil eslovaca.
Aunque no pudo asistir en persona, el señor Alexander Daško, Plenipotenciario del Gobierno de la República Eslovaca para las Comunidades romaníes, envió un mensaje de vídeo previamente grabado en el que expresaba su agradecimiento. Sus palabras, pronunciadas en nombre del Gobierno eslovaco, fueron una poderosa afirmación de los valores compartidos y la confianza existente entre estas instituciones.
Matúš Német, director del Departamento de Equipos de desarrollo, y Darina Barančíková, coordinadora regional, ambos en representación de la Oficina del Plenipotenciario, asistieron personalmente al evento. “Su Iglesia sigue verdaderamente la misión de Cristo: servir a los necesitados”, dijo Német. “No preguntan si alguien pertenece a su Iglesia y esperamos que nuestra cooperación continúe, porque los resultados de nuestros proyectos conjuntos son maravillosos”.
Los misioneros de ayuda humanitaria de la Iglesia en Eslovaquia, Rodney y Marilyn Anderson, mostraron una emotiva presentación de diapositivas en la que se destacaba la labor de las catorce ONG distinguidas. Su presentación conmovió a los asistentes al mostrar colaboraciones con escuelas, hospitales, centros de atención prolongada, delegaciones locales de la Cruz Roja y programas de divulgación en aldeas eslovacas y romaníes de toda la región oriental de Eslovaquia.
Durante la velada también se reconoció el papel fundamental de los gobiernos locales en estas iniciativas. Cinco alcaldes y varios vicealcaldes estuvieron presentes en representación de municipios que a menudo apoyan o coordinan complejas iniciativas humanitarias. Como explicó Ján Sklár, alcalde de Sobrance: “A veces, nuestros propios proyectos son como piedras y arena en un frasco: pesados, difíciles de manejar y complicados de gestionar. Conseguir todos los permisos y recursos lleva tiempo, y los resultados no siempre son claros”. Y añadió: “Pero entonces ustedes llegan con una oferta de ayuda. Y cuando juntos nos damos cuenta de que realmente genera valor, se convierten en agua viva: llenando los vacíos y dando vida más rápido que las grandes piedras. A veces descubrimos que su agua ya está en el frasco antes de que lleguen las piedras”.
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Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Entre las organizaciones reconocidas se encontraba ETP Slovakia (Programa de Capacitación Medioambiental), una asociación civil dedicada a apoyar a comunidades socialmente excluidas mediante vivienda, desarrollo comunitario y educación. Antoine De Hertogh y Nikolas Čisár representaron al grupo. Hace algunos años, Nikolas se encontraba en una situación crítica, sin esperanza ni rumbo, cuando Antoine intervino para ayudarle. Lo apoyó para obtener documentos esenciales, encontrar empleo y, lo más importante, continuar su educación. “Antoine es un mentor que cambió mi vida”, dijo Nikolas. “Gracias a él, incluso voy a comenzar la universidad dentro de unos meses”.
Hoy, Nikolas no solo es estudiante, sino también miembro del equipo de ETP Slovakia, donde trabaja junto a Antoine y otros para apoyar a quienes, como él, alguna vez se encontraron en una encrucijada. El que antes fue un beneficiario de ayuda, ahora se convierte en quien ofrece apoyo, asesorando a otros tal como él fue asesorado. Su trayectoria es un ejemplo vivo de cómo un solo acto de compasión puede tener un efecto dominó, transformando no solo una vida, sino muchas.
Robert Van Dalen, miembro de la presidencia de la Misión Checo/Eslovaca de la Iglesia, reflexionó sobre esta misma idea: “Mi esposa y yo servimos como misioneros de ayuda humanitaria, por lo que comprendemos el efecto multiplicador que este tipo de obra puede tener. Es como lanzar una piedra en un estanque: las ondas se expanden cada vez más lejos. Esta noche hemos sido testigos de esas ondas en acción”.
Continuó diciendo: “En Eslovaquia, y no solo aquí, hay muchas personas y organizaciones que sirven silenciosamente a los necesitados. Lo hacen con un espíritu de amor cristiano Eventos como el de hoy les permiten sentir que no están solos. Son vistos, apreciados y alentados”.
La velada resultó ser mucho más que una reunión formal Se convirtió en una celebración de la amistad, el propósito compartido y el impacto duradero. Los invitados se marcharon inspirados, fortalecidos y seguros de que las relaciones forjadas allí seguirían bendiciendo vidas durante muchos años.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se esfuerza por cuidar de los hijos de Dios de manera significativa en todo el mundo. Cuidar de los demás es una responsabilidad sagrada que asumen todos los miembros de la Iglesia. Solo en 2024, la Iglesia proporionó ayuda humanitaria en 192 países y territorios, financiando 3836 proyectos y distribuyendo más de 1450 millones de dólares en ayudas. Desde el año 2000, se han llevado a cabo más de 350 proyectos humanitarios en Eslovaquia.