Si alguna vez se ha sentido solo, no está solo. La mayoría de nosotros nos sentimos así de vez en cuando. De hecho, en nuestro ajetreado y llamado mundo "conectado", la soledad parece estar aumentando.
Los expertos ahora dicen que la soledad se está convirtiendo en un peligro para la salud pública. Como lo expresó un investigador, “Muchas naciones del mundo sugieren ahora que nos enfrentamos a una 'epidemia de soledad'”. En Inglaterra, por ejemplo, se ha establecido una línea telefónica de emergencia para que aquellos que se sienten solos puedan hablar con alguien sobre lo que quieran, durante el tiempo que quieran. La línea directa recibe alrededor de 10,000 llamadas a la semana.
Tantos están solos; ¿Qué se puede hacer?
Para empezar, es bueno recordar que nunca estamos realmente solos. Dios está en Su cielo, cuidándonos a todos. Pero también quiere que nos acerquemos a otros. En lugar de desplazarnos sin cesar por las publicaciones en las redes sociales, podemos planificar formas de reunirnos. En lugar de esperar a que suene el teléfono, podemos hacer una llamada. En lugar de esperar que los demás piensen en nosotros, podemos mostrar interés en ellos.
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Una viuda de muchos años decidió hace mucho tiempo que podía sentirse sola o podía ser amigable. Así que se asegura de buscar a aquellos que necesitan un amigo. Ella dice: "Nunca puedes tener suficientes amigos". Otro hombre se inscribe en clases y se involucra en su comunidad e iglesia. Habla con los vecinos y se mantiene en contacto con su familia. Lo que descubrió es cierto para todos nosotros: la soledad disminuye cuando nos esforzamos por interactuar con los demás, cuando nos hacemos amigos de los que no tienen amigos y encontramos formas de atraer personas a nuestro círculo, por pequeño que parezca.
Por supuesto, todos necesitamos tiempo a solas de vez en cuando. Pero hay quienes tienen demasiado tiempo a solas y necesitan nuestro amor y amistad, nuestro alcance y bondad, nuestro cuidado y preocupación. A medida que ayudemos a otros a sentirse menos solos, descubriremos que los necesitábamos tanto como ellos nos necesitaban a nosotros.
Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)