En Paraguay se llevó a cabo el “Simposio de Libertad Religiosa 2024” en el Aula Magna de la Sede Central de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, ubicada junto a la Catedral Metropolitana. El evento reunió a representantes de 24 denominaciones religiosas y filosóficas, con el objetivo de reflexionar sobre la libertad religiosa y su impacto en la convivencia pacífica y el fortalecimiento de la sociedad paraguaya.
El simposio, organizado por el Foro Permanente de Diálogo Interreligioso del Paraguay y patrocinado por el Viceministerio de Culto de la República del Paraguay, estuvo estructurado en tres paneles con oradores diversos. Cada exposición aportó conocimientos y experiencias que subrayaron el rol esencial de la libertad religiosa en la construcción de un Paraguay de fe y diálogo interreligioso.
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La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días participó en el evento con la destacada presencia del Elder Robert Rivarola, Setenta de Área, quien formó parte de los panelistas. Durante su intervención, el Elder Rivarola abordó la diferencia entre libertad y tolerancia religiosas, destacando la hermandad entre los hombres y el derecho divino del albedrío.
“Esta libertad que tenemos todos, la traemos como un don de Dios”, expresó el Elder Rivarola. Añadió que la libertad religiosa permite a cada individuo decidir cómo actuar y comprender lo que Dios espera de él. Citando los Artículos de Fe, enfatizó: “Nuestra tradición religiosa reclama el derecho de adorar a Dios Todopoderoso, de acuerdo con los dictados de nuestra propia conciencia y concede a todos los hombres el mismo derecho, adoren cómo, dónde o lo que deseen”.
En relación con la tolerancia, el Elder Rivarola señaló: “Debemos mirarla como una virtud cristiana, ya que tiene que ver con primeramente conocer, y luego aceptar y convivir con los demás”. Destacó la importancia de la familia como núcleo central de la sociedad y cómo, al comprendernos y aceptarnos, podemos convivir en armonía a pesar de nuestras diferencias.
El Elder Rivarola concluyó su participación con un llamado a trabajar juntos, afirmando que “todos tenemos dones y talentos diferentes, y hay mucho que podemos hacer para que esto sea armonioso”. Al respecto, instó a conservar la libertad de expresión y religión en Paraguay, enfatizando: “Les doy mi testimonio de que todos somos hijos de Dios”.
El Simposio de Libertad Religiosa 2024 reafirmó la importancia de un diálogo abierto y respetuoso entre las diferentes tradiciones religiosas y filosóficas del país, promoviendo el entendimiento mutuo como clave para una convivencia pacífica y el fortalecimiento de los valores fundamentales de la sociedad.