Un proverbio francés dice que "poco a poco, el pájaro construye su nido". En la década de 1830, el destacado escritor Thomas Carlyle aprendió esta verdad de una manera dramática. Se había embarcado en un esfuerzo de varios años para escribir una obra literaria masiva sobre la Revolución Francesa.
Al terminar el primer volumen, le dio el manuscrito a su amigo John Stuart Mill para que lo leyera. Sin embargo, el criado de Mill, confundiendo las páginas con basura, utilizó el manuscrito para iniciar un incendio. Cuando Carlyle se enteró de este error, quedó devastado. ¡Años de arduo trabajo literalmente se habían incendiado! ¿Cómo lo volvería a escribir?
Cuenta la leyenda que un día, Carlyle vio a un albañil construyendo una pared, colocando cuidadosamente un ladrillo a la vez. Carlyle tomó un nuevo valor. Podía reescribir su libro, de la misma manera que lo escribió la primera vez, una página a la vez.
| Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Como el libro de Thomas Carlyle, la vida es un trabajo monumental a largo plazo. Casi todo lo bueno de la vida se construye poco a poco, ladrillo a ladrillo, con paciencia y perseverancia. El éxito, la felicidad, la satisfacción y las relaciones sólidas no ocurren de la noche a la mañana. Se necesitan tiempo: tiempo para hacer las cosas bien, tiempo para enmendar y sanar, tiempo para aprender y mejorar.
Es reconfortante notar que el gran Dios del cielo es un Dios de paciencia y longanimidad. Si Dios puede ser paciente con nosotros, haríamos bien en ser pacientes con nosotros mismos.
Así que nos mantenemos en ello, día tras día, y hacemos todo lo posible para seguir adelante. Ya sea escribiendo un libro, plantando un jardín, superando una debilidad o construyendo una amistad, seguimos adelante. Albert Einstein dijo: "No es que sea tan inteligente, es solo que me quedo con los problemas por más tiempo".
La perseverancia y la paciencia no harán que los problemas desaparezcan, pero como todos hemos presenciado y experimentado, pueden darnos el poder y la esperanza para enfrentar nuestros problemas.
Quizás todos podríamos aprender una lección de Thomas Carlyle, del albañil y del pájaro, quienes lograron grandes cosas “poco a poco”.
Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)