Hermanas de las presidencias generales de las organizaciones de mujeres de la Iglesia, visitaron México y participaron en varias actividades que incluyeron capacitaciones para líderes, visita a instituciones de asistencia social y devocionales para las mujeres jóvenes y la Sociedad de Socorro, aportando instrucción, ánimo y alegría a miles de personas en este país.
Con una agenda llena de compromisos diversos, la Hna. Bonnie H. Cordon, presidente general de las Mujeres Jóvenes; Camille N. Johnson, presidente general de la Primaria; y Reyna I. Aburto, consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, aprovecharon cada minuto para edificar a las personas con quienes se reunieron a inicios de junio en la Ciudad de México.
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Mi papel como mujer del convenio
El don del Espíritu Santo; el poder del sacerdocio; y la oportunidad de asistir al Templo y hacer convenios, son sólo algunos de los factores que diferencian a las mujeres de la Iglesia de las de otras organizaciones que también se dedican a hacer el bien en el mundo. “Cada mujer debería preguntarse: ¿qué tengo que hacer como mujer del convenio? ¿cuál es mi papel?”, dijo la Hna. Aburto al dirigir su mensaje a cientos de hermanas reunidas en un centro de estaca de la Ciudad de México y miles más que siguieron en vivo la transmisión por todo el país de un devocional especial para las hermanas de la Sociedad de Socorro.
La hermana Aburto relató la historia de los comienzos de la Sociedad de Socorro, cuando las mujeres se organizaban para coser camisas para los hombres que construían el templo de Nauvoo. Sin embargo, la hermana Aburto enfatizó que el propósito de organizar la Sociedad de Socorro no era coser camisas. “Fue para preparar a las hermanas para hacer convenios elevados con Dios. Esta debe ser nuestra máxima prioridad”.
En este devocional también participaron la Hna. Cordon y la Hna. Johnson, quienes enfocaron su mensaje en cómo ayudar a las jóvenes y a las adultas a ministrar de una manera más elevada y santa.
Las hermanas que asistieron a este devocional comentaron: “Sentí mucho amor del Espíritu. Sus palabras tocaron mi corazón y mi alma. Me gustó el amor que sentimos”.
Busquemos la guía del Espíritu al dirigir nuestro llamamiento
En una capacitación para líderes de la Sociedad de Socorro, la Hermana Aburto, quien estuvo acompañada de Leticia Orozco, Asesora de Organizaciones de Área en México, subrayó la importancia de que las líderes trabajen en consejo, no sólo como presidencias sino también en los consejos de barrio y estaca en los que participan.
“Trabajar en consejo no es traer una idea preconcebida de cómo se deben hacer las cosas sino de buscar la inspiración todos juntos, para saber cuál es la voluntad de Dios”, dijo.
“A veces se pueden sentir mal porque no resuelven los problemas o porque los problemas siguen ahí. Ustedes no han sido llamadas a solucionar los problemas. Ustedes deben ayudar a las hermanas a venir a Cristo y encontrar fortaleza en él, para enfrentar sus propios desafíos. A veces las personas sólo necesitan que los escuchemos y les abracemos”.
En cuanto a la ministración enfatizó que la Sociedad de Socorro debe centrar su atención en la generación creciente. “Piensen en las hermanas y en toda su familia, en especial aquellas donde hay niños y jóvenes; y piensen de qué manera podemos ayudarles”.
“Tal vez hay que hablar con la presidenta de la primaria y los líderes de la juventud. Incluyamos a las mujeres jóvenes en las parejas de ministración. ¡Atrévanse!”
La Hna. Aburto también mencionó que se debe buscar la inspiración del Espíritu Santo y adaptar los programas a las necesidades de las personas y las familias.