El presidente Russell M. Nelson, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, habló este viernes 30 de agosto a los más de 5 mil 300 misioneros de tiempo completo en Brasil, el país con la fuerza misional más grande en el mundo solo después de Estados Unidos.
| Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Reunidos en Brasilia, la quinta sede que el Profeta visita como parte de la gira que lleva a cabo por América Latina, el Presidente Nelson recordó que cuando él nació en 1924, no había miembros de la Iglesia en Brasil; hoy a una semana de cumplir 95 años hay, dijo, 1.4 millones de miembros en 273 estacas (similares a una diócesis), siete templos y 35 misiones.
El Presidente Nelson recordó así al élder Melvin J. Ballard quien viajó en 1925 a Argentina y desde donde dedicó a Sudamérica a la predicación del evangelio de Jesucristo. Seis meses después profetizó que la Iglesia crecería como una bellota a un gran roble en América del Sur.
"Hay cosas emocionantes por delante; este trabajo avanza a un ritmo acelerado. Apenas puedo esperar para salir de la cama cada mañana y ver qué traerá el día”, dijo el Presidente a decenas de misioneros que sirven en la capital Brasilia y que pudieron reunirse para un devocional con el Profeta, su esposa Wendy, el élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles y su esposa Mary.
El resto de los misioneros en Brasil pudieron escuchar las palabras del líder mundial de la Iglesia a través de una transmisión especial que se realizó a las 35 misiones en el país.
"Invitamos a todas las personas a venir a Cristo, a ser más como Él, a experimentar las felices bendiciones del templo y a tener vida eterna", agregó el Profeta.
Durante una entrevista con los medios, el Presidente Nelson dijo que se harán más templos y otros anuncios en la conferencia general de octubre.
El Presidente Nelson llegó a Brasil después de iniciar la gira el pasado 24 de agosto en Guatemala, seguido por Colombia, Ecuador y Argentina donde encabezó devocionales en cada país y se reunió con líderes religiosos y de gobierno.
Después de Brasilia, el Profeta viajó a Sao Paulo donde hablará ante miles de personas en un devocional que se realizará la noche de este domingo en el Centro de Convenciones Anhembi, y que será transmitido a todas las estacas en Brasil, donde la membresí de la Iglesia sigue creciendo.
Brasil tiene siete templos operativos: El Templo de Fortaleza, se acaba de ser abierto apenas en junio. Los otros se encuentran en Campinas, Curitiba, Manaus, Porto Alegre, Recife y Sao Paulo. Se han anunciado o se están construyendo templos adicionales en las ciudades brasileñas de Belém, Brasilia, Río de Janeiro y Salvador. Una vez que estos se concluyan el país sudamericano contará con 11 recintos.
El élder Cook habló a los misioneros sobre el Profeta. “Nosotros, como miembros del (Quórum de los) Doce, personalmente testifico que hemos visto las obras del Espíritu de Dios con él, y las revelaciones de Jesucristo a él, y el cumplimiento de esas revelaciones. Quiero que sepan que lo honramos y sostenemos".
El Presidente Nelson es el quinto presidente de la Iglesia en visitar Brasil. Ha estado en el país sudamericano como un líder de la Iglesia de alto rango 24 veces, incluida esta visita más reciente. En mayo de 2008, estuvo en el país con el Presidente Thomas S. Monson para la dedicación del Templo Curitiba Brasil. Otros presidentes de la Iglesia que visitaron Brasil son el Presidente David O. McKay, Spencer W. Kimball y Gordon B. Hinckley.
Iglesia global
La Iglesia, con sede en Salt Lake City, tiene más de 16,3 millones de miembros en todo el mundo en más de 190 países y territorios. Hay más de 200 templos en funcionamiento, anunciados, en construcción o renovados en todo el mundo.
El presidente Nelson se convirtió en el decimoséptimo presidente de la Iglesia en enero de 2018. Desde entonces, ha viajado a Europa, África, Asia, América del Norte, América del Sur y Oceanía para ministrar a los Santos de los Últimos Días y reunirse con líderes del gobierno, religiosos y empresario.