Nota de prensa

Resiliencia: una opción

Es su reacción a la adversidad, no la adversidad en sí misma, lo que determina cómo se desarrollará la historia de su vida

Siempre que vemos una flor silvestre atravesando una grieta en el concreto, nos maravillamos de su determinación de prosperar. Una semilla aterrizó en un lugar difícil, pero tenía la tenacidad para crecer y florecer de todos modos.

Sentimos la misma oleada de admiración por los árboles que brotan después de un devastador incendio. Cuando todo parecía arruinado, de alguna manera la naturaleza ganó y la vida continuó.

Muchos de nosotros somos como esas semillas decididas, esos árboles persistentes. Nos hemos encontrado en una situación difícil o hemos experimentado una tragedia devastadora: pérdidas económicas o de salud, muerte de seres queridos, oportunidades perdidas. ¿Podemos posiblemente crecer y florecer en tales condiciones?

El líder religioso Dieter F. Uchtdorf dijo: "Es su reacción a la adversidad, no la adversidad en sí misma, lo que determina cómo se desarrollará la historia de su vida".

Nuestra actitud realmente puede marcar la diferencia. Una mujer que perdió su restaurante durante la pandemia montó de inmediato una empresa de comida para llevar. Llegó a fin de mes hasta que finalmente lo convirtió en un negocio de catering. Trabajó duro y se negó a darse por vencida, y su determinación valió la pena.

Y todos conocemos a personas cuya primera infancia parecía conducirlos al fracaso, sin embargo, desafiaron las probabilidades y construyeron con alegría una vida feliz y exitosa. En su adversidad, aprendieron a perdonar, a asumir la responsabilidad de su propio crecimiento y a ser resilientes. Como dice la expresión, en lugar de maldecir la lluvia, construyeron un bote.

Entre las muchas cosas que no podemos elegir de nuestra vida, siempre podemos elegir nuestros objetivos, nuestra ética de trabajo y nuestra actitud. Incluso los contratiempos, aunque nunca los elegiríamos, pueden ser bendiciones cuando nos llevan a explorar otras vías. Con el tiempo, nos sentimos agradecidos por el mejor trabajo que encontramos después de que nos despidieron o por la compasión que sentimos hacia los afligidos después de nuestro propio período de duelo.

Helen Keller es un ejemplo notable de alguien que superó las increíbles desventajas de ser ciega y sorda. No solo aprendió a firmar y a hablar; también se convirtió en una líder inspiradora en todo el mundo. Desde su perspectiva única, observó: "Aunque el mundo está lleno de sufrimiento, también está lleno de superación".

Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)

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