Un grupo de quince señoras miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de la Estaca Don Justo, km. 17.5 carretera a El Salvador en Guatemala se capacitan en la técnica Decoupage que les permite plasmar su habilidad y talento en botellas, madera, velas, cuadros, etc.
Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
La técnica del Decoupage es una forma de decorar vasijas, cajas, cuadros u otros objetos, para ello se utilizan papeles estampados, servilletas, telas, entre otros. La ventaja de esta técnica es que parece que los objetos fueran pintados. Este método ahorra tiempo ya que no requiere gran capacidad artística ni sofisticados materiales.
Este es uno de los cursos que ofrece el INTECAP (Instituto Técnico de Capacitación y Productividad de Guatemala).
El término decoupage (o découpage) tuvo su origen en la palabra francesa découper, que significa recortar. Se trata de una técnica manual decorativa en la que se emplean papeles impresos o telas para pegar sobre bases variadas como madera, cerámica, metales, velas, jabones, vidrio, lozas y cartón entre otros. Se busca que al finalizar lo obtenido imite la pintura a mano, utilizando técnicas de platinas y pintura, distribuyendo correctamente los recortes y dando acabado con barniz. El resultado depende de cómo se recorten y peguen los diseños y sobre todo la habilidad de lograrlo de una manera armoniosa.
Los miembros de la Iglesia creen que desarrollando sus talentos agradan a su Padre Celestial, bendicen a otros y promueven la autosuficiencia. Uno de los enunciados en las creencias básicas de la Iglesia reza: “…Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza, a esto aspiramos” (Artículos de Fe # 13).
El presidente Spencer W. Kimball ha declarado: “Dios nos ha dotado con talentos y con tiempo, con habilidades latentes y con oportunidades para utilizarlas y desarrollarlas en Su servicio. Por tanto, espera mucho de nosotros, Sus hijos privilegiados” (El Milagro del Perdón, pág. 98).