El Día de la Madre es un día para que la gente muestre su aprecio hacia las madres y hacia las figuras de la madre. Es un evento anual a través del mundo que se celebra en diferentes fechas. En Guatemala, el 10 de mayo ha sido designado como el día para honrar a las madres. Thomas S. Monson, expresidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días dijo: “La madre, que voluntariamente hizo su jornada por el valle de sombra de muerte para darnos la vida, merece nuestra gratitud imperecedera” ("La familia de hoy: la función eterna de las madres", lds.org).

Las madres generalmente se consideran el fundamento de la familia que dan forma al carácter moral y espiritual de sus niños, que a su vez, beneficia a la sociedad en su totalidad. “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” define el papel de una madre: “La madre es principalmente responsable del cuidado de sus hijos”.
El presidente Dieter F. Uchtdorf, miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, dice: “Si son madres, ustedes participan con Dios en Su obra de crear, no sólo al proporcionar cuerpos físicos para sus hijos, sino también al instruirlos y nutrirlos” (“La felicidad es su legado”, conferencia general, octubre de 2008).
La maternidad presenta una multitud de desafíos en el mundo hoy en día. Muchas madres tienen trabajos u otras responsabilidades fuera del hogar que pueden dificultar la maternidad, pero debido a que las madres tienen un amor innato, están dispuestas a sacrificarse por sus hijos. El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, declaró: “Ningún otro amor en la vida mortal llega a aproximarse más al amor puro de Cristo que el amor abnegado que una madre siente por un hijo” (“He ahí tu madre”, conferencia general, Octubre de 2018).
Alicia Ruiz, de la Ciudad de Guatemala, una madre de dos hijos, describió la maternidad como una luz en su vida. “Nada se compara con la maternidad. Es muy agradable”.
Sara del Cid, de la Ciudad de Guatemala dijo: “Muchas y largas oraciones se respondieron cuando me convertí en madre. Dar a luz y criar a mi hija es seguramente lo más significativo que habré hecho en mi vida. He orado muchas veces pidiendo guía e inspiración para ser la mamá que ella necesita y principalmente la que nuestro Padre Celestial desea que sea, así que ella ha sido también una motivación constante para aferrarme a la barra de hierro y ser fiel a los convenios que he hecho. Ser madre significa reconocer que tengo en mi corazón una fuente inagotable de amor y principalmente que mi Padre es inmensamente misericordioso conmigo”.
Se puede decir que la maternidad es el llamamiento más noble de la tierra, la más bella de todas las artes y la más grande de todas las profesiones.