Con gran gozo y un espíritu de agradecimiento, cientos de personas se dieron cita para celebrar los primeros 100 años del establecimiento de la Iglesia en Pachuca, Hidalgo, México. En esta reunión, varios miembros de la Iglesia contaron algunas anécdotas de sus antepasados, quienes gracias a los primeros misioneros de esta región, fuerón bautizados en 1923.
En el evento participaron pioneros y descendientes de pioneros de la ciudad de Pachuca, uno de ellos fue el hermano René Valdés, quien recordó los años en que solo había 14 personas en su centro de reuniones y ahora después de más de 50 años, son miles de personas en toda la ciudad. Así como él, otros pioneros compartieron sus experiencias y sus memorias del origen de la Iglesia en sus localidades.
“Con Dios, nada es imposible. Han pasado 100 años, hay muchas historias de misioneros. Cada uno tiene una historia personal con el Salvador. Enseñar el evangelio es algo hermoso y en especial, al pasar de los años, ver el fruto", mencionó el Élder Hugo Montoya, presidente del Área México, quien presidió la histórica reunión.
En el evento también participó el coro de la estaca Pachuca Sur y se mostraron fotografías de la historia de su historia en la ciudad así como sus aportaciones a la sociedad. El Élder Paul Montes, de los Setenta, participó de manera virtual y los tres presidentes de estaca de Pachuca lo hicieron de manera presencial.
“Es muy especial cumplir 100 años. Todos podemos ser pioneros. Un pionero es quién camina el primer paso. Los que le seguimos, caminamos un camino más fácil gracias a ellos” dijo el Élder Montes.
Al evento también asistieron Claudia Vieyra, coordinadora general de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobierno del Estado de Hidalgo; el Pastor Juan Alfredo Ramírez Mayer, presidente del consejo interreligioso del Estado de Hidalgo; el Padre Usbaldo Castaños Zapata, vicepresidente del consejo interreligioso; así como representantes de organizaciones civiles con quienes la Iglesia ha colaborado en proyectos de ayuda humanitaria.
“Podemos prepararnos para los próximos 100 años. Preparar nuestras vidas para que el día en que el Templo en Pachuca esté listo, nuestras vidas estén alineadas con el Señor.”
- Élder Montoya