Comunicado de Prensa

Se despierten temprano para el seminario

Jóvenes alredador del mundo se juntan con maestros para empezar el día en clases religiosas

Como es ya una tradición los jóvenes miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días iniciaron sus clases de seminario diario el 3 de febrero. Más de 7,000 jóvenes y señoritas entre 14 y 17 años estudiarán este año “El Libro de Mormón, Otro Testamento de Jesucristo” guiados por maestros que enseñarán a grupos esparcidos en todo el país.

Estos maestros voluntarios no reciben pago por este servicio que prestan con gusto en sus casas o en los centros de reuniones de la Iglesia.

Muchos de los jóvenes reciben las clases seminario a las 5:00 de la mañana y luego se van a la escuela o colegio para obtener su educación secular. En el mundo suman ya más de 390,000 jóvenes mormones que participan en el programa de Seminario.

El año pasado estudiaron el Antiguo Testamento, el 60% de los grupos tuvieron sus clases temprano por la mañana y el resto por la tarde al terminar su jornada escolar.

César Colón uno de los directores de Seminarios al referirse al impacto positivo de este programa dijo: gracias al estudio diario del Evangelio los jóvenes aprenden a conocer confiar en Dios y en Jesucristo. Como resultado su vida tiene propósito y las metas que se ponen les ayudan a tener éxito como estudiantes, sirven a sus semejantes, se preparan para servir como misioneros y ser ciudadanos respetuosos de la ley.  

Andrés Ricardo Rosales Cap un jovencito  de 16 años dijo: a lo largo de mi vida me he enfrentado a muchas situaciones difíciles; pero gracias a mi Padre Celestial he podido afrontarlas y salir adelante. En mis años más difíciles de estudio tuve la bendición de participar en el programa de Seminario. Puedo afirmar con toda certeza que es un programa inspirado que nos ayuda a nosotros los jóvenes a poder vivir de acuerdo a las normas de nuestro Padre Celestial.

El programa de seminario de la Iglesia cumple este año 101 años de haberse establecido, ha demostrado ser un recurso valioso para los padres de familia en su esfuerzo de criar hijos con firmes principios Cristianos que fortalecen su carácter y hacen de ellos hombres y mujeres de fe y amor por su Padre Celestial.

Véase: Seminario puede cambiar vidas

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