Nota de prensa

Se inauguran las escuelas financiadas con una donación humanitaria de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la región turca de Hatay

Más de dos mil niños podrán continuar su educación en las nuevas instalaciones

El 23 de octubre de 2024, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, junto con las autoridades turcas, inauguraron formalmente tres escuelas en la región de Hatay, al sudeste de Turquía. El élder Rubén V. Alliaud, presidente del Área Europa Central de la Iglesia, y el élder Jack N. Gerard, primer consejero de la presidencia, junto con otros representantes de la Iglesia, asistieron a la inauguración de la escuela de Aşağioba, en el distrito de Antioquía, provincia de Hatay.


 

El Dr. Yusuf Tekin, ministro de Educación Nacional del Gobierno turco, presidió la delegación gubernamental en el evento. El ministro Tekin estuvo acompañado por Mehmet Öntürk, el alcalde del municipio metropolitano de Hatay; Vali Mustafa Masatli, gobernador de la provincia de Hatay; y Harun Tüysüz, director provincial de Educación Nacional.

Al dirigirse a los asistentes al evento de inauguración, el ministro Tekin recalcó que la prioridad de los responsables no se limita a sustituir todas las escuelas y aulas destruidas, sino que también se debe aprovechar esta oportunidad para construir muchas más escuelas, “ya que esto contribuirá a sanar los traumas y los efectos psicológicos de este desastre”.

Asimismo, el ministro Tekin dio las gracias a la Iglesia por desempeñar un papel importante en la reconstrucción y también dio las gracias a quienes han hecho muchos sacrificios para recuperar la normalidad en la zona afectada. Y concluyó sus palabras diciendo: “Veo a todos los donantes como amigos que nos han ayudado. Esperamos que esto sea un gran ejemplo para el mundo, especialmente en esta época en la que muchos están padeciendo los efectos de la guerra, los conflictos y los desastres”.

La construcción, en su totalidad, fue posible gracias a donaciones de miembros de la Iglesia de todo el mundo y la participación directa de empresas y negocios locales. Dos empresas que participaron fueron Turmaks y FZA, con las que la Iglesia ya había trabajado en el pasado.

Los fuertes terremotos que sacudieron Turquía el 6 de febrero de 2023 destruyeron muchos hogares y provocaron daños importantes en las infraestructuras, también en las escuelas. El nivel de destrucción en la zona de Hatay, cerca de la frontera con Siria, fue particularmente grave. Gracias a la construcción de estas escuelas, los niños de las comunidades vecinas ya no tienen que caminar ni desplazarse grandes distancias para continuar con su educación.

En su discurso durante el evento inaugural, el élder Alliaud explicó por qué la Iglesia participa en estos proyectos: “No se trata de edificaciones, sino del futuro. No se trata de construir con ladrillos, sino con fe, y de edificar a las personas e infundir esperanza. No creo que podamos cambiar el pasado, pero sí creo que podemos cambiar el futuro. Y espero que esta escuela y su belleza contribuyan de alguna manera a este fin”.

La Iglesia ha proporcionado ayuda en las zonas más afectadas por los terremotos de febrero de 2023 en Turquía. En los últimos cinco años, la Iglesia ha llevado a cabo treinta y cuatro proyectos en Turquía, que abarcan diferentes necesidades y zonas. La Iglesia tiene un compromiso fundamental de ayudar al pobre y al necesitado, que se basa en las enseñanzas y el ejemplo de Jesucristo. Este compromiso se rige por la creencia en el valor inherente de cada persona, y su dedicación a aliviar el sufrimiento y fomentar la autosuficiencia y la resiliencia en las comunidades. La construcción de escuelas primarias es un claro ejemplo de este compromiso.

Harun Tuysuz, director de Educación Nacional en la provincia de Hatay, agradeció a la Iglesia la ayuda que ha proporcionado después del terremoto. En particular, mencionó el papel que juegan las escuelas en la comunidad local: “Desde el año pasado, hemos estado haciendo todo lo posible por abrir las escuelas rápidamente. La razón es que, después de un desastre tan grande, observamos que la mayoría de nuestros ciudadanos que emigraron lo hicieron con fines educativos”.

Y concluyó así: “Nos dijimos que teníamos que construir escuelas para que nuestros ciudadanos regresaran. Por lo tanto, nos hemos dedicado a normalizar y activar nuestra ciudad para que la vida económica y cultural vuelva a la normalidad”.

La construcción de las escuelas comenzó en mayo de 2024 y terminó en un tiempo récord de cuatro meses. Las tres nuevas escuelas construidas en las poblaciones de Aşağioba, Serinyol y Üzümdali, en el distrito de Antioquía, siguen un modelo que se ha diseñado para resistir fuertes terremotos. Cada pared es modular, con un armazón de acero reforzado, aislamientos y pladur en el exterior. Esto permite construir en un plazo de tiempo relativamente corto. Cada escuela se ha inaugurado con doce aulas para un total de 360 niños en edad escolar, en sesiones dobles.

Asimismo, estas escuelas se caracterizan por su diseño: tienen aulas y pasillos muy luminosos, un vestíbulo muy amplio, rampas para niños con discapacidades, dos laboratorios y cableado de datos, así como un sistema central de aire acondicionado y calefacción que cubre todo el edificio. También cuentan con instalaciones para actividades deportivas y un jardín escolar, así como muchas zonas de recreo exteriores.

La Iglesia seguirá participando en la labor de reconstrucción en Turquía y ayudará a recuperar la normalidad y la esperanza en la vida de las personas que se vieron gravemente afectadas por aquellos fuertes terremotos.

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