Servicio voluntario en Surco: 29 años marcando la diferencia

Un legado de servicio desde 1996

Desde la construcción del edificio de la unidad de Surco en 1996, los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días han promovido activamente el servicio voluntario hacia la comunidad en el distrito de Santiago de Surco. Durante estos 29 años, el compromiso de jóvenes, adultos y adultos mayores ha sido un ejemplo de humildad y dedicación al prójimo, siguiendo las enseñanzas del Salvador.

Conferencia General de Estaca: un reconocimiento al servicio

En el marco de la 57ª Conferencia General de la Estaca Surco, se recordaron las experiencias de crecimiento, progreso y unión que han definido estas casi tres décadas de servicio. Este evento se convirtió en un hito para reflexionar sobre el impacto positivo que el servicio desinteresado ha generado en la comunidad y para motivar a las futuras generaciones a seguir este camino de amor al prójimo.

Siguiendo el ejemplo de Jesucristo

Durante Su ministerio terrenal, Jesucristo dedicó Su vida a servir y ayudar a los demás, una enseñanza que los miembros de la Iglesia en Surco han adoptado como guía para sus acciones. Desde actividades de limpieza y restauración en espacios públicos hasta programas de apoyo a familias vulnerables, el servicio voluntario se ha convertido en un símbolo del evangelio en acción.

Más que una acción, un legado para la sociedad

El impacto de estos 29 años de servicio no solo se refleja en los proyectos realizados, sino también en los valores inculcados en la comunidad. Este ejemplo inspira a más personas a unirse a la misión de compartir amor, esperanza y apoyo, recordando que, como discípulos de Jesucristo, el servicio al prójimo es una forma de fortalecer nuestra relación con Dios y con los demás.

Hacia el futuro con esperanza

Con casi tres décadas de dedicación, los miembros de la unidad de Surco continúan mirando hacia el futuro con la determinación de seguir siendo un aporte para la sociedad. En un mundo que necesita cada vez más actos de bondad, su legado de servicio demuestra que la verdadera grandeza radica en tender una mano amiga y vivir los principios del evangelio con acciones concretas.