Nota de prensa

Simple, pequeño y silencioso

Frecuentemente, lo que es simple, pequeño y silencioso tiene el efecto más profundo en el corazón de otro

A veces, el mundo parece tan grande y abrumador, que podemos preguntarnos cómo cualquier cosa que hagamos puede marcar la diferencia. Podríamos sentirnos así, especialmente cuando vemos sufrimiento y contención y deseamos poder hacer algo al respecto. En esos momentos, ayuda recordar la verdad obvia de que este gran mundo está realmente formado por individuos: millones y miles de millones de ellos, cada uno con un corazón, sentimientos y deseos.

Frecuentemente, lo que es simple, pequeño y silencioso tiene el efecto más profundo en el corazón de otro.

Por ejemplo, los alumnos recuerdan al maestro que sinceramente se preocupa por ellos, que se toma tiempo para conocerlos y que los anima. Los vecinos aprecian a esa persona que hace el bien en el vecindario, limpiando, ayudando, siendo amable. Del mismo modo, los amigos aprecian a los amigos que hacen esfuerzos para mantenerse en contacto, que continúan llegando, que se toman el tiempo para demostrar que les importa.

Marcamos la diferencia en el mundo al marcar la diferencia en la vida de alguien: una persona a la vez. Cada acto de bondad, por pequeño que sea, hace del mundo un lugar más amable. Cada pequeño esfuerzo por mejorar — para hacerlo un poco mejor y ser un poco mejor — hace que el mundo también sea mucho mejor. ¡Así es como creamos el mundo en el que queremos vivir!

La poeta Emily Dickinson nos dio una imagen clara de una bondad tan simple pero poderosa:

Si puedo evitar que un corazón se rompa,

No viviré en vano;

Si puedo aliviar el dolor en una vida,

O sanar una herida,

O ayudar a un petirrojo desmayado

A encontrar su nido de nuevo,

No viviré en vano.

Sí, hay muchos corazones rotos y petirrojos desmayados en el mundo hoy en día. No podemos prevenir todas las tragedias ni curar todas las heridas. Pero tal vez "podamos evitar que un corazón se rompa". Tal vez haya una tristeza que podamos acompañar, un dolor que podamos aliviar. La mayoría de la gente no notará tales actos de bondad, pero estos pequeños esfuerzos son a menudo los que más importan, los que nunca se olvidan, los registrados en el libro mayor del cielo.

Después de todo, cada gran cosa es realmente sólo una acumulación de muchas cosas simples, pequeñas y silenciosas.

Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)

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