Nota de prensa

Thomas S. Monson: Un legado de servicio y amor muy recordado en el Perú

Thomas S. Monson, nació un 21 de agosto de 1927 en Salt Lake City, Utah, prestó servicio como Presidente de la Iglesia desde febrero de 2008, dejando un legado de servicio y de buenas obras muy recordado en nuestro país.

Thomas Spencer Monson, nacido el 21 de agosto de 1927 en Salt Lake City, Utah, fue un líder religioso cuya influencia se extendió por todo el mundo, incluido el Perú. Monson, quien sirvió como el decimosexto presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, dejó un legado imborrable de servicio y devoción que continúa inspirando a millones de personas, y que es recordado especialmente en nuestro país.

Un hombre de fe y servicio

En la oficina del presidente Monson, un cuadro del Salvador pintado por Heinrich Hofmann ocupaba un lugar destacado. Este retrato, que Monson mantenía desde que fue llamado como obispo en los años 50, reflejaba su constante esfuerzo por seguir el ejemplo de Jesucristo. "¿Qué haría Él?" era la pregunta que Monson se hacía a menudo al enfrentarse a situaciones difíciles, buscando siempre actuar con bondad y compasión.

Thomas S. Monson creció en el oeste de Salt Lake City, Utah, en una familia que le inculcó desde niño el valor del servicio. Una de sus primeras experiencias significativas ocurrió en la Primaria de su barrio, donde, a pesar de ser un niño enérgico, tomó la iniciativa para mejorar el comportamiento de sus compañeros, demostrando desde temprana edad su capacidad de liderazgo.

Un vínculo profundo con el Perú

El 21 de enero de 1978, el entonces élder Monson, acompañado por otros líderes, arribó a Cusco, Perú, para comenzar la obra misional entre los hablantes de quechua, una iniciativa que consolidó la presencia de la Iglesia en esa región. Un día después, en Trujillo, organizó la primera Estaca de provincias, marcando un hito histórico para la Iglesia en Perú. Este acto fue el preludio de un crecimiento sostenido del Evangelio en el país, de hecho fue el presidente Monson quien anunció en Conferencias Generales la construcción de los templos de Trujillo, Arequipa y Los Olivos en Lima.

Un modelo a seguir

Thomas S. Monson no solo fue un líder espiritual, sino también un ejemplo de humanidad. A lo largo de su vida, demostró un profundo amor por los demás, especialmente por los más necesitados. Su preocupación por las viudas y su incansable dedicación al servicio son testimonio de un hombre que vivió plenamente el Evangelio de Jesucristo.

Su peculiar forma de comunicar sus mensajes fue una característica que impactó en muchas personas, especialmente entre los más jóvenes. Una de las experiencias más llamativas en Conferencias Generales se dio cuando el presidente Monson movió las orejas para empezar con la reflexión sobre su discurso.

Su legado en el Perú es evidente no solo en el crecimiento de la Iglesia en el país, sino también en el impacto que tuvo en la vida de muchos peruanos. A través de su ejemplo, Monson enseñó que el verdadero liderazgo se basa en el amor, la compasión y el servicio desinteresado.

En la actualidad, el legado de Thomas S. Monson sigue vivo en la obra misional, en los templos y en los corazones de aquellos que, inspirados por su vida, continúan trabajando para llevar el Evangelio de Jesucristo a todos los rincones del Perú.

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