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Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Un coro conformado por miembros de diferentes estacas de la Iglesia de Jesucristo en Medellín, participó en el “III Festival Coral Interdenominacional de Música Sacra” organizado por La Academia de Música Virgilio Fryling de la Universidad Nacional Adventista de Colombia. El evento musical convocó a coros de diferentes denominaciones religiosas de la ciudad, para presentar obras musicales representativas y compartir el talento de cada organización.
Andrés Ospina, director del coro multiestaca del sur y centro, expresó: “La experiencia fue muy enriquecedora. Poder compartir nuestras creencias por medio de la música con hermanos de otras denominaciones y sentir el Espíritu, fue maravilloso. El participar en este lindo evento tenía dos objetivos primordiales, Alabar a Dios por medio de la música y agradarle a Él y hacer que, por medio del Espíritu, las personas que nos escuchaban sintieran el amor del Padre Celestial por medio de nuestras voces”.
Por su parte, Edwin Granados, integrante del coro de la Iglesia de Jesucristo, comentó: “Para mí esta experiencia ha sido un sueño cumplido. Siempre deseé estar en un escenario cantando y aunque no fue como solista, realmente sentí que éramos uno sólo, porque el mensaje era dirigido a un solo Dios verdadero. Creo que estos eventos deben de permanecer vigentes ya que nos unen como lo que verdaderamente somos, hijos de Dios”.
La Directora Rossana Ardila de la Corporación Universitaria Adventista de Colombia expresó: “La participación en el III Encuentro Interdenominacional fue muy valioso para nuestros coros. Cantamos, porque queremos alabar a Dios y también porque nos permite expresarnos por medio de la música. Además, sabemos que muchas personas pueden ser inspiradas y transportadas al trono de la gracia cuando cantamos. Ver a otros cantar, nos motiva a seguir haciéndolo y fortalece nuestras agrupaciones socialmente. Me sentí muy contenta de dirigir el último canto con todos los participantes pues vi muchas personas unidas disfrutando de este don maravilloso”.
Los miembros de la Iglesia de Jesucristo han usado los himnos para “invitar la presencia del Espíritu del Señor, inducir a la reverencia, ayudarlos a sentirse más unidos y brindarles la oportunidad de alabar al Señor” véase “Prólogo de la Primera Presidencia”.