
¿Has pensado sobre el importante rol que desempeñan los amigos? La relevante presencia de un buen y verdadero amigo se convierte en un bálsamo para el alma para sobrellevar cada momento de la vida. Esa palabra amigo la hemos escuchado, leído y pronunciado muchas veces, pero talvez no nos hemos detenido a buscar y comprender el significado etimológico, en base a eso encontramos lo siguiente:
La palabra amigo (del latín “amicus”) podría derivar del verbo “amore” (amar) o bien de “animi” (alma) y “custos” (custodia); en este caso, significaría “el guarda alma”.
Ahora podemos entender porque muchas personas que, en ocasiones, sin conocerte tanto actúan como Jesucristo, siempre están dispuestos a socorrerte en los momentos de apremio. Jesucristo nos dio la pista para identificarlos, "En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mi lo hicisteis", o cuando dijo "Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos".
Para los miembros de la Iglesia de Jesucristo, la manera de ser un buen amigo es mediante la ¨ministración¨ que implica cuidar de otras personas a la manera de Cristo, y ayudar a satisfacer sus necesidades espirituales y temporales mediante un interés real por el bienestar de una persona a quien podemos ayudar e iluminar su mundo con nuestra verdadera amistad al tener empatía y comprensión.
“Si en verdad deseamos ser instrumentos en las manos de nuestro Padre Celestial para llevar a cabo Sus propósitos eternos, debemos tan sólo ser un amigo”. [Marlin K. Jensen de la Presidencia de los Setenta,1999]
Debido a las restricciones por la pandemia del COVID-19, el distanciamiento social procura alejarnos de la ministración, pero hay infinidad de maneras para no dejar de ser un instrumento del Señor. Al adaptarnos a la realidad actual mediante el uso de la tecnología y otras iniciativas que harán saber a nuestros amigos que seguimos presentes en su vida, es tiempo de explotar nuestra creatividad.

Demos gracias por los amigos que aman, que respetan, que te llaman para saber cómo estás, que te escriben para asegurarte que estés bien, a los que ofrecen sus talentos sin importar nada a cambio, y a los que te ofrecen su ayuda como Cristo lo haría sí Él estuviese presente. Un verdadero amigo representa siempre al Hijo de Dios.
Dios.
Te compartimos algunos tips que puedes aplicar para ministrar significativamente:
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Ora por tu amigo.
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Actúa de acuerdo con las impresiones del Espíritu Santo al considerar la forma en que puedes ayudarle a sentir el amor de Dios y del Salvador en su vida.
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Consideren una visita virtual. Las vídeo llamadas pueden proveer algo de tiempo visual y diversión.
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Hablen con su compañero ministrante. Él o ella probablemente tenga algunas buenas ideas.
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Sean una fuente de alegría, optimismo, consuelo y paz. Compartan una escritura por mensaje de texto.
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¡Llamada telefónica! Permitan que ellos escuchen de su propia voz el amor sincero y preocupación por ellos. “¡Extraño verte! ¿Cómo estás manejando todo?” Pregunten por sus necesidades inmediatas. ¿Tendrán ellos comida, techo, provisiones?
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Escúchenlos y den importancia a sus sentimientos. Respondan con compasión y comprensión.
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Si existen necesidades inmediatas, identifiquen la manera segura en que pueden ayudar, y comunique cualquier preocupación a los líderes de barrio.
Recordemos que Ministrar a las personas que están a nuestro alrededor es una parte del convenio que cada una de nosotros ha hecho al bautizarnos; el convenio de ministrar a los que necesitan de consuelo o simplemente de nuestra amistad.