Nota de prensa

Una historia de fe y libertad: La Iglesia participa en la Conferencia sobre libertad religiosa en Praga

“La verdadera libertad religiosa significa libertad frente al control. La libertad religiosa nunca se concede de una vez y para siempre. Debe, por lo tanto, protegerse, defenderse y vivirse cada día. Nunca la demos por sentada. Tengamos el valor de defenderla por nosotros mismos y por aquellos que no pueden hacerlo”.

En los históricos salones del Castillo de Praga —la residencia oficial del presidente de la República Checa— y del Palacio Czernin —la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores checo— se reunieron líderes gubernamentales y representantes de la sociedad civil y de diversas tradiciones religiosas para participar en la Conferencia Internacional de Alto Nivel de la Alianza del Artículo 18 (Alianza Internacional para la Libertad Religiosa o de Creencias). Entre los participantes se encontraban representantes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que se unieron a delegados de todos los rincones del mundo para reafirmar el derecho universal a la libertad de religión o de creencias.

Petr Pavel, presidente de la República Checa, inauguró oficialmente el evento con un discurso de apertura que subrayó la libertad de conciencia y de creencias:

“Dondequiera que el espíritu humano sea controlado por el poder, la libertad muere”.

Describió cómo la fe genuina se convierte en una fuente de valentía y dignidad, especialmente “en tiempos de crisis”, y recordó a los participantes que “la verdadera religión es algo que eleva a las personas; a todas, no solo a algunas”. Y por encima de todo, instó a la vigilancia:

“La verdadera libertad religiosa significa libertad frente al control. La libertad religiosa nunca se concede de una vez y para siempre. Debe, por lo tanto, protegerse, defenderse y vivirse cada día. Nunca la demos por sentada. Tengamos el valor de defenderla por nosotros mismos y por aquellos que no pueden hacerlo”.

Delegados de la Iglesia y convicciones fundamentales

En representación de la Iglesia asistieron el élder James W. McConkie, miembro de la presidencia del Área Europa Central, y Michal Hanzal, gerente de Relaciones Públicas del Área. Su participación reflejó un principio profundamente arraigado en las creencias de los Santos de los Últimos Días, un principio que se hace eco del propósito mismo de esta reunión mundial. El undécimo Artículo de Fe de la Iglesia declara:

“Reclamamos el derecho de adorar a Dios Todopoderoso conforme a los dictados de nuestra propia conciencia, y concedemos a todos los hombres el mismo privilegio: que adoren cómo, dónde o lo que deseen”.

La Alianza del Artículo 18 promueve estos mismos ideales. Inspirada por esta convicción, la Iglesia se unió a líderes de todo el mundo para afirmar que toda persona debe tener el derecho de adorar con libertad, sin temor ni discriminación.

El élder James W. McConkie destacó la relevancia de la conferencia: “A lo largo de la conferencia, reflexioné sobre el recordatorio del Señor en Doctrina y Convenios 134:4: que el gobierno debe ‘restringir el crimen, pero nunca dominar la conciencia; debe castigar el delito, pero nunca suprimir la libertad del alma’; y sobre lo gratificante que fue reunirnos en el corazón de Europa con líderes académicos, gubernamentales y religiosos comprometidos con estos principios divinos de la verdad y el albedrío”.

Temas de la conferencia y voces globales

Durante las sesiones plenarias y los eventos paralelos, los temas de la dignidad, la solidaridad y la resiliencia fueron un hilo conductor. Delegados de todos los continentes debatieron sobre la consolidación de la paz y la cohesión social, así como los desafíos a los que se enfrentan las comunidades religiosas en tiempos de guerra y otros contextos frágiles. Entre los oradores figuraron Nazila Ghanea, relatora especial de las Naciones Unidas; el embajador Samuel Brownback (Estados Unidos) y otros representantes de Europa, Oriente Medio y el norte de África. Se rindió un emotivo homenaje a su santidad el dalái lama por su compromiso de toda la vida con la no violencia y la dignidad humana.

La Alianza del Artículo 18

La Alianza del Artículo 18, organizadora de la conferencia, es una red de treinta y ocho países miembros y decenas de expertos unidos por los principios del artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Su misión es proteger a las minorías religiosas, combatir la discriminación y promover el respeto por la libertad de religión o de creencias.

El Consejo de Expertos de la Alianza, que incluye al profesor Brett Scharffs, del Centro Internacional de Estudios de Derecho y Religión de la Universidad Brigham Young, reunió a destacados especialistas mundiales para asesorar y respaldar su labor.

Homenaje a los constructores de puentes

En la cena de apertura, celebrada en el Museo Nacional en la histórica Plaza Wenceslao de Praga, se entregaron galardones a personas y organizaciones que han tendido puentes entre diversas confesiones y han promovido la libertad religiosa.

Entre los galardonados se encontraba el profesor Scharffs, reconocido por su larga trayectoria en el compromiso con la defensa de la libertad religiosa. Ese momento puso de relieve una tradición de erudición y servicio que la Iglesia fomenta y sostiene, lo que indica que, para los Santos de los Últimos Días, promover la libertad religiosa no es una defensa ocasional, sino una vocación permanente.

Al recibir el premio, el profesor Scharffs expresó: “La resiliencia surge del trabajo en equipo, especialmente en tiempos difíciles. Cuando nos unimos en compromiso y cooperación, generamos esperanza y fortaleza para quienes sufren persecución”.

“Podemos desarmar el odio”

El embajador extraordinario Robert Řehák, presidente de la Alianza del Artículo 18, ofreció un modelo práctico para trabajar más allá de las diferencias:

“Cuando forjamos una amistad genuina y una cooperación eficiente, podemos desarmar el odio y superar la polarización y la división. Juntos, podemos transformar el poder de los desfavorecidos en una fuerza colectiva para la libertad religiosa, el entendimiento mutuo y la paz”.

Ese espíritu —la amistad que se convierte en cooperación— describe el enfoque de la Iglesia en todo el mundo. Los Santos de los Últimos Días colaboran habitualmente con otras comunidades religiosas y organizaciones de la sociedad civil para aliviar el sufrimiento, acoger a los desplazados y fortalecer a las familias. En Praga, estas colaboraciones no solo se celebraron, sino que se renovaron.

De cara al futuro

La conferencia concluyó con una declaración que enfatizó que, en tiempos de incertidumbre mundial, los derechos de libertad de pensamiento, conciencia y religión o creencias son esenciales para la dignidad y la resiliencia humanas. Impulsada por este espíritu, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días continuará profundizando su compromiso con el diálogo interreligioso y las iniciativas de libertad religiosa en toda Europa.

El recordatorio del presidente Pavel apunta a una verdad perdurable: cuando los hombres y las mujeres son libres de buscar a Dios y servir a su prójimo conforme a los dictados de su conciencia, se convierten, juntos, en agentes de esperanza. Esa es la clase de libertad que esta conferencia exhortó a los participantes a defender, no solo una vez, sino cada día.

En Praga se escribió de nuevo la historia de la fe y la libertad. Los Santos de los Últimos Días contribuyen a este diálogo mundial, afirmando que la libertad religiosa no es solo un derecho que hay que reivindicar, sino un don que hay que compartir.