Una de las historias de Mark Twain habla de un artista, George Sterling, quien a excepción de sí mismo, ve a la humanidad como carente de valor. Absorbido por su vida personal, poca atención presta a quienes lo rodean.
Pero George empieza a pintar retratos de esas mismas personas a quienes considera comunes y corrientes, y a medida que llega a conocerlas de un modo más personal, descubre que las experiencias en la vida de una persona son como un libro y que nadie carece de valor ni debe pasar desapercibido, y entonces declara: “En el interior del exterior más intrascendente existe un drama, se vive una comedia y se despliega una tragedia”.
A veces, como lo expresa el dicho, no podemos juzgar un libro por su tapa. Un exterior áspero tal vez esconda un corazón leal y tierno. Detrás de una conducta tímida a menudo existen sentimientos y valores profundos. Toda historia personal tiene capítulos de pesares y adversidad, así como momentos de dicha y buen humor. Lo más interesante de todo es que a diario se escribe un nuevo capítulo.
Pero la única forma de saberlo es dedicando tiempo y esfuerzo para realmente llegar a conocer a una persona. Cada ser humano que vemos caminar por la calle tiene una familia, tiene anhelos personales y tiene una historia para contar. Muchos de ellos se sienten complacidos con la parte que les toca vivir, mientras que otros sufren en silencio a causa de la fragilidad de la existencia mortal, pero todos y cada uno tenemos una historia que contar.
Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)