La Navidad dura mucho más de un día. Semanas antes empiezan a colgarse decoraciones en casas y comercios y se encienden las luces en las calles con gran anticipación. La música suena más alegre; la gente comienza a planear fiestas y a preparar comidas especiales. Al ir cayendo las hojas de los calendarios, los niños se vuelven cada vez más impacientes pues presienten que algo mágico se avecina; la Navidad pronto llegará.
Toda esa anticipación es lo que hace de la Navidad una ocasión tan jovial y de tanto significado. Durante esa época especial, de un modo sencillo y simbólico, recreamos la esperanza sentida aquella noche de la primera Navidad, pues aquello había sido anticipado no por semanas o por meses, sino por siglos, aun desde el principio. “La esperanza y los temores de años anteriores” se aunaron en Belén aquella noche.
Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Se le conoce como la más grande historia jamás contada. No es una historia de duendes fabricantes de juguetes, de renos voladores, ni de coloridos envoltorios, aunque todo ello añade un toque especial. Lo mejor de la historia de la Navidad es que es tanto milagrosa como cierta.
Ese relato es sobre un bebé, una madre, pastores, ángeles, y una estrella. Más aún, es sobre una promesa cumplida, de la luz que brilla en la oscuridad, y de la esperanza que disipa el temor. Habla de buenas nuevas, gran gozo, paz en la tierra, y buena voluntad entre los hombres. Al nacer Jesús, también nació la esperanza, la luz, y la vida —no solo para aquella nación oprimida, sino para nosotros hoy.
Este mundo nuestro puede parecer oscuro y solitario y, a veces, carente de alternativas, pero la Navidad es una invitación a tener esperanza, a anhelar, a pensar en todas las oportunidades que tenemos por delante, a contemplar el milagroso nacimiento del niño Jesús y su significado en nuestras vidas.
Por esta razón anhelamos la Navidad. Es más que una fiesta; es la razón para sentir esperanza. En esta época y siempre, anticipamos, celebramos, y recordamos el advenimiento de la Luz y la Vida del mundo. Gracias a Él, podemos abrigar la esperanza de cosas buenas por venir.
Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)