Nota de prensa

Una vida calma y modesta

Nunca es tarde para modificar nuestras prioridades y meditar más en cuanto al propósito de la vida

En noviembre de 1922, Albert Einstein se dirigía a Japón para dar una disertación cuando se enteró de que había ganado el Premio Nobel de física. Los japoneses ya estaban ansiosos de conocer al famoso físico, así que tales noticias aumentaron aún más sus expectativas. Sintiéndose abrumado ante tanta publicidad, al llegar a Japón, Einstein se recluyó en un hotel para escribir sus ideas y sentimientos.

Fue en ese momento que llegó un mensajero con una encomienda. Einstein quería darle una propina, pero o no tenía cambio o el mensajero no quiso aceptar el dinero, así que escribió dos breves notas y se las entregó al mensajero. Una de ellas decía, “Una vida calma y modesta hace a la persona más feliz que la búsqueda del éxito combinada con una continua agitación”, y la segunda expresaba, “Donde hay voluntad, hay manera de lograr las cosas”.

Se dice que Einstein le dijo al mensajero: “Un día estas notas tendrán un valor mayor que unas pocas monedas”.

Y así fue. Esas notas autografiadas se vendieron hace poco en un remate por casi dos millones de dólares. Pero el verdadero valor de la sencilla sabiduría de Einstein volcada en un trozo de papel no se puede calcular en dinero.

 

Hoy día seguimos empeñados en buscar la felicidad en el éxito personal, pero cuanto más nos apresuramos, más nos arriesgamos a pasar por alto lo que estamos buscando. Es importante que aminoremos la marcha y reflexionemos, y disfrutemos los momentos de calma, satisfacción y paz, y nos aseguremos de volver al camino correcto.

No siempre es fácil hallar esos momentos, pero como escribió Einstein en aquel trozo de papel, “Donde hay voluntad, hay manera de lograr las cosas”. Quizá se requiera una alta cuota de voluntad, pero podemos detenernos y pensar en cómo estamos usando el tiempo. Nunca es tarde para modificar nuestras prioridades y meditar más en cuanto al propósito de la vida.

Claro que esos sabios pensamientos valen más que unas pocas monedas. Sin duda que además de tener una mente brillante, Einstein poseía una visión extraordinaria. Bien haríamos nosotros hoy en considerar su consejo de hace casi un siglo.

Fuente: Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)

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