El mundo está en constante cambio. No se trata de información nueva; El mundo ha estado cambiando desde el principio, y no somos los primeros en notarlo. Al antiguo filósofo griego Heráclito, que vivió hace más de 2.500 años, se le atribuye la observación de que "la única constante en la vida es el cambio". Mirando hacia atrás a través de la historia, encontrarás una historia de cambio constante. Las flores florecen y luego se marchitan. Los reinos se levantan y caen. Las personas crecen, envejecen y fallecen. Siempre ha sido difícil encontrar algo permanente en este mundo.
Y, sin embargo, parece haber algo único en el ritmo del cambio en nuestro tiempo. No, el cambio no es nuevo, pero parece que hoy tenemos más que nunca. El rápido avance de las tecnologías parece acelerar el cambio hasta el punto de que el mundo es apenas reconocible de una generación a la siguiente. Incluso cuando las cosas cambian para mejor, puede ser inquietante cuando tanto sobre el futuro parece estar fuera de nuestro control. Anhelamos algo estable, algo constante, algo a lo que podamos aferrarnos. Y Heráclito responde que no hay nada estable, nada constante.
Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Pero, ¿estaba Heráclito exagerando las cosas? ¿Es el cambio realmente la única constante de la vida? El poeta Robert Frost dio un punto de vista ligeramente diferente: "La mayor parte del cambio que creemos ver en la vida", escribió, "se debe a que las verdades están en favor y en contra" ("La casita negra", por Robert Frost en "Al norte de Boston", publicado en 1914, páginas 54-55).
La verdad no está sujeta a los caprichos de la opinión popular. Perdura a través de los siglos y en todo el mundo. Ideales como la integridad y la decencia se vuelven más valiosos a medida que se vuelven más raros. Virtudes como la bondad y la compasión tienen el poder de tocar los corazones humanos en todas las épocas. Las verdades eternas siguen siendo verdaderas.
¿Y dónde encontramos tales verdades? Toda verdad, como toda bondad, proviene de Jesucristo, quien, como enseñó el apóstol Pablo, es "el mismo ayer, y hoy, y por los siglos" (véase Hebreos 13:8). Él es la Verdad, y en Él encontramos la verdad (véanse Juan 8:32; (Mateo 14:6).
Por medio de Él, nos establecemos en un mundo en constante cambio. Así que consuélate y ten esperanza cuando las cosas que alguna vez parecieron confiables en nuestro mundo resulten ser inestables. "Los montes se apartarán, y las colinas serán removidas", dijo el Señor, "pero mi bondad no se apartará de ti" (véase Isaías 54:10).
Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)