El dia Jueves 23 de Enero en horas de la noche, Élder Holland se dirigió a los misioneros retornados desde el centro de reuniones Capilla Limatambo en una charla especial que estuvo dirigido por Élder Mathias Held de la presidencia de Área Sudamérica Noroeste. Élder Holland estuvo acompañado de su esposa la hermana Patricia Holland y también estuvo presente la hermana Irene Held.
Élder Mathias Held recordó que conoció el evangelio por medio de misioneros y se refirió al objetivo de la obra misional que es invitar a las personas a venir a Cristo, aceptar el evangelio y perseverar hasta el fin a pesar de la oposición y la adversidad. "Los misioneros enseñan a las personas y son un ejemplo para ellas en ese proceso de enseñanza y aprendizaje. Ellos los acompañan en su crecimiento espiritual, su bautismo y su conversión....Todos somos agentes de nuestra propia vida mediante el don divino del albedrio y que con ello tenemos la oportunidad de crecer para llenar la medida de nuestra creación." Mencionó que el perseverar es una oportunidad de aprendizaje y finalmente invitó a los asistentes a seguir viviendo actuando mediante los principios aprendidos.
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"Nuestra asignación en esta dispensación es una asignación de toda la vida y nuestra contribución no culmina al terminar la misión, sino que será por mucho más tiempo." También indicó que no puede imaginar su vida si no hubiera servido en una misión. "Recuerdo mi misión todos los días de mi vida y las enseñanzas aprendidas casi 60 años después de retornar de ella." agregó.
Finalmente, invitó a aquellos que han decrecido en su fe que perseveren hasta el fin y aconsejó que como en los deportes uno tiene que ir más allá de sus propias fuerzas y seguir aún cuando sientan que ya no es posible continuar. Animó a todo misionero, todo misionero retornado y todo miembro de la Iglesia a que no se detenga en el camino y espera que todos puedan vivir con el deseo de perseverar, mantenerse activos en la obra y ayudar a otras personas a que también perseveren hasta el fin. "No podemos rendirnos, aún con una oposición abrumadora, el valor de la fe es el valor del progreso. Es una cualidad divina el querer continuar para ser instrumentos de un proceso más alto y divino. Los verdaderos creyentes no pueden dejar de hacer las cosas buenas porque estamos en esto hasta que termine la obra y el Señor necesita de todos"