José Smith nació el 23 de diciembre de 1805 en Sharon, Vermont; sus padres fueron Joseph y Lucy Mack Smith. Nació en una familia campesina pobre, y fue el quinto de once hijos, de los cuales nueve sobrevivieron la infancia. Debido a que su familia no podía darse el lujo de asistir a las escuelas públicas, José sólo recibió tres años de educación formal. Junto con sus hermanos y hermanas, recibió su formación principalmente en casa con la Biblia de la familia.
Confundido en cuanto a la religión durante un período de intenso renacimiento religioso en el estado de Nueva York, en donde vivía en 1820, José, de 14 años de edad, leyó un pasaje en el Nuevo Testamento que, según lo que escribió más tarde, habló a las profundidades de su alma. Era una admonición para que los que tuvieran falta de sabiduría la buscaran de una fuente divina. La respuesta de José fue encontrar un lugar solitario en una arboleda cercana a su casa y orar vocalmente por primera vez en su vida.
Lo que sucedió entonces cambió a José Smith y ha llegado a ser un principio fundamental de la creencia Santo de los Últimos Días. José escribe que se le aparecieron Dios el Padre y Jesucristo. “Vi una columna de luz, más brillante que el sol”, escribió, “directamente arriba de mi cabeza; y esta luz gradualmente descendió hasta descansar sobre mí”. En medio de esa luz vio a dos personajes; uno de ellos llamó a José por su nombre, señaló al otro y dijo: “Éste es mi Hijo Amado: ¡Escúchalo!”. Los miembros de la Iglesia se refieren a esta experiencia como la “Primera Visión”, y ésta fue la que dio inicio a la obra de la restauración de la Iglesia de Jesucristo a la tierra.
José Smith quizá sea más conocido por su traducción del Libro de Mormón: Otro Testamento de Jesucristo. Los miembros de la Iglesia creen que algunos años después de su Primera Visión, José fue guiado a un cerro cerca de Palmyra, Nueva York, donde recibió un registro antiguo de manos de un ángel conocido como Moroni. El registro, grabado en planchas de metal, contenía la historia de un pueblo que vivió en el continente americano durante la época de Cristo, incluso relata la aparición ante ellos del Cristo resucitado. José tradujo el registro en unos tres meses, y el resultante Libro de Mormón se publicó por primera vez en Nueva York en 1830. Un tomo de más de 500 páginas, el Libro de Mormón es una de las más grandes contribuciones de José Smith, y es un libro de Escrituras fundamental para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Los Santos de los Últimos Días creen que la autoridad divina se perdió en la iglesia de la antigüedad tras la muerte de los apóstoles y que se requirió una restauración por intervención divina. La restauración de la autoridad del sacerdocio por medio de José Smith en la primera parte del siglo XIX fue un acto literal mediante visitas angélicas de aquellos que habían poseído la autoridad en la antigüedad.
José Smith y cinco personas más, con la presencia de 50 personas adicionales, organizaron formalmente la Iglesia en una cabaña de troncos en Fayette, Nueva York, el 6 de abril de 1830. Presidió la Iglesia hasta el 27 de junio de 1844, cuando fue martirizado. Bajo su liderazgo, la cantidad de miembros de la Iglesia aumentó de sus humildes comienzos a más de 26.000.
Las revelaciones de José Smith introdujeron innovaciones y desafíos teológicos impresionantes a las iglesias de la época. Defendía con firmeza la libertad de religión para las personas de todas las creencias. Sus revelaciones introdujeron conceptos tales como los templos, en donde se puede realizar la obra de salvación por los muertos, y la comprensión de tres amplios grados o niveles del cielo y del destino final en la siguiente vida de los hijos fieles de Dios. La experiencia que él tuvo con la Primera Visión llevó a los Santos de los Últimos Días al conocimiento de la naturaleza física de Dios y de Jesucristo, y de que la humanidad es creada a Su imagen. Habló y escribió con frecuencia en cuanto a la congregación de Israel en los últimos días, y la enseñó no sólo con respecto a la congregación de los judíos en Israel, sino también a la congregación de todo el pueblo de Dios en lugares de refugio y santidad. Véase también: ¿Por qué y en qué aspectos son diferentes los mormones?
Fuera de la Iglesia, a José Smith también se le conoce por haber introducido la antigua práctica de la poligamia por medio de la revelación, aun cuando ésta ya no se practica en la Iglesia y los miembros de la Iglesia casi no hablan sobre ella excepto en un contexto histórico.
En los años en que dirigió a la incipiente Iglesia, José organizó un programa misional internacional y fundó lo que actualmente es una de las organizaciones para mujeres más grande del mundo. Supervisó la edificación de tres ciudades y dirigió la construcción de dos templos, al mismo tiempo que sufría intensa persecución a manos de las turbas locales, las cuales con el tiempo expulsaron a los miembros de la Iglesia de las tres ciudades que José estableció.
Puesto que los derechos civiles y religiosos de los miembros de la Iglesia como ciudadanos estadounidenses se les habían negado a pesar de repetidas peticiones al gobierno federal, los líderes de la Iglesia anunciaron la candidatura de José Smith a la presidencia de los Estados Unidos en enero de 1844. Para el mes de mayo, José había sido nominado oficialmente por una convención de Nauvoo, Illinois. Su plataforma política pedía la intervención del gobierno para defender los derechos religiosos y civiles de los que enfrentaban persecución. José y su hermano fueron asesinados por una turba en junio del mismo año, lo cual dio fin a su participación como candidato para un puesto político.
José y su hermano mayor, Hyrum, fueron muertos a balazos el 27 de junio de 1844 por un populacho de 150 a 200 hombres. Ellos dos y algunos de sus colaboradores más cercanos habían sido encerrados en una cárcel de Illinois a raíz de acusaciones falsas de traición después de que se habían entregado a las autoridades de la ley. José tenía 38 años y Hyrum, 44. El 28 de junio, los cuerpos de José y Hyrum fueron preparados y puestos a la vista de las aproximadamente 10.000 personas que asistieron al funeral, y al día siguiente fueron sepultados secretamente a fin de evitar más ataques o profanaciones por parte de los populachos.
La iglesia que José estableció en 1830 actualmente es una religión global que cuenta con más de 14 millones de miembros, y José Smith mismo es considerado por los Santos de los Últimos Días el profeta preeminente de la era moderna. Contrario a las afirmaciones de algunos adversarios de la Iglesia, los miembros de la Iglesia no adoran a José. Se le honra como profeta, pero era un hombre con defectos y faltas que comunes en otros hombres.