Conferencia General Octubre 2024

Resumen de los mensajes de la Sesión del sábado por la mañana

Conferencia General de octubre de 2024

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Por Church News

Durante la sesión del sábado por la mañana de la Conferencia General del sábado 5 de octubre de 2024, el presidente Dallin H. Oaks recordó a los Santos de los Últimos Días el mandamiento del Salvador de evitar la contención y ser pacificadores.

“Como seguidores de Cristo, enseñamos y testificamos de Jesucristo, nuestro modelo perfecto”, dijo el Primer Consejero de la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. “Por lo tanto, sigámoslo al renunciar a la contención. Al seguir nuestras políticas preferidas en acciones públicas, merezcamos recibir Sus bendiciones al utilizar el lenguaje y los métodos de los pacificadores”.

El presidente Henry B. Eyring , Segundo Consejero de la Primera Presidencia, dirigió la sesión y dirigió el sostenimiento de las Autoridades Generales y los Oficiales Generales . El presidente Russell M. Nelson participó en la conferencia desde su casa.

El Coro del Tabernáculo de la Manzana del Templo, dirigido por Mack Wilbert y Ryan Murphy, con Richard Elliot y Brian Mathias en el órgano, proporcionó la música. Las selecciones del coro incluyeron “El amor misericordioso de Dios” del nuevo “Himnos para el hogar y la iglesia”, núm. 1013. El élder J. Kimo Esplin , Setenta Autoridad General, ofreció la invocación, y la bendición estuvo a cargo de Isaac K. Morrison , Setenta Autoridad General.

Resúmenes de los discursos

Élder Neil L. Andersen , del Cuórum de los Doce Apóstoles: 'El triunfo de la esperanza'

La esperanza es un regalo inestimable de Dios.

“Mi intención es hablar de nuestras sagradas y eternas esperanzas centradas en Jesucristo y el evangelio restaurado, y de nuestras confiadas expectativas de las bendiciones prometidas de la rectitud”.

La esperanza de vida eterna está asegurada por la gracia de Cristo y las decisiones individuales, permitiendo a los individuos la extraordinaria bendición de regresar a estar con el Padre Celestial y Su Hijo Amado.

“Al fortalecer nuestra fe en Jesucristo, vemos más allá de nuestras luchas las bendiciones y promesas de la eternidad. Como una luz cuyo brillo aumenta, la esperanza ilumina el mundo oscurecido y vemos nuestro glorioso futuro”.

El Salvador envía al Espíritu Santo como compañero de la fe y de la esperanza, trayendo paz “no como el mundo la da” (Juan 14:27).

Las personas edifican su fe mediante la oración, los convenios del templo, el cumplimiento de los mandamientos, el deleitarse continuamente en las Escrituras y en las palabras de los profetas modernos, la toma de la Santa Cena y la adoración semanal con otros santos.

“No hay dolor, ni enfermedad, ni injusticia, ni sufrimiento, nada que pueda oscurecer nuestra esperanza cuando creemos y nos aferramos firmemente a nuestros pactos con Dios en la casa del Señor. Es una casa de luz, una casa de esperanza”.

Emily Belle Freeman, presidenta general de las Mujeres Jóvenes : “Estén a la altura de sus privilegios”

Las ordenanzas del sacerdocio y las promesas del convenio permiten a Dios santificar a las personas y obrar maravillas en sus vidas.

“Para que una ordenanza manifieste el poder de Dios en nuestra vida, debe efectuarse con la autoridad del Hijo de Dios”. Esto se hace por medio de aquellos que son ordenados con el sacerdocio.

“No sólo hacemos promesas de convenios, sino que debemos cumplirlas”. Dios promete bendecir a quienes cumplan con sus convenios. “¿Nos damos cuenta de que es la combinación de las ordenanzas del sacerdocio junto con el cumplimiento de las promesas de los convenios lo que nos permite recurrir al poder de Dios?”

En Doctrina y Convenios 25 , Emma Smith aprendió acerca de la conexión del convenio que aumentaría la capacidad de las ordenanzas del sacerdocio para funcionar en su vida. Mediante las ordenanzas del Sacerdocio de Melquisedec, “el poder de la divinidad [se manifestaría]”.

“Así es como se ve el poder de Dios trabajando dentro de nosotros”.

Para “vivir a la altura de sus privilegios”, estudien y mediten sobre las ordenanzas del Sacerdocio Aarónico y de Melquisedec, las promesas del convenio hechas con cada uno y el poder de Dios al que se accede por medio de esas ordenanzas.

Participar de la Santa Cena semanalmente y usar el manto del santo sacerdocio diariamente es un recordatorio “del don de Su poder obrando en ustedes”.

Élder Karl D. Hirst , de los Setenta: “Regocijaos y sed llenos de amor”

“El amor divino nunca se agota, y cada uno de nosotros es un favorito preciado”.

Para ayudar a alguien que se siente alejado del amor de Dios, haga cosas para acercarse a Dios y luego mostrarle el amor de Cristo a esa persona.

Las voces de desánimo y oscuridad pueden decirle a alguien que no merece el amor celestial. “Si escuchas esas ideas, escucha esto: esas voces están equivocadas”. Nadie está nunca fuera del alcance del amor de Dios.

“Por deformes que nos sintamos, sus brazos no se han acortado”. Son lo suficientemente largos para abrazar a todos.

Ser amado no es lo mismo que sentirse amado. El dolor, la depresión, la traición, la soledad o la decepción pueden interferir en la capacidad de una persona para sentir el amor de Dios. Dé un paso atrás y piense en lo celestial. Busque consuelo en amigos fieles, en la música, en el servicio o en recordar momentos en los que tuvo una conexión más clara con Dios.

“Si estás esperando que Él venga, ¿podría ser que ya esté ahí y a tu alcance?”

Quienes se sientan llenos de amor en este momento deben compartirlo dondequiera que vayan. El gozo del Evangelio está al alcance de todos. “Tenemos toda buena razón para ‘regocijarnos y estar llenos de amor hacia Dios y hacia todos los hombres’” ( Mosíah 2:4 ).

Élder Dale G. Renlund , del Cuórum de los Doce Apóstoles: “Éste es mi Evangelio” — “Ésta es mi Iglesia”

El científico sueco Alfred Nobel estabilizó la nitroglicerina combinándola con una sustancia inútil llamada kieselguhr y le dio forma de barras de dinamita, lo que cambió el mundo.

Así como la combinación de nitroglicerina y kieselguhr hizo que la dinamita fuera transformadora y preciosa, la combinación del evangelio de Jesucristo y La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días proporciona beneficios poderosos y transformadores para los miembros.

“El evangelio es perfecto, pero se requiere una iglesia divinamente comisionada para predicarlo, mantener su pureza y administrar sus sagradas ordenanzas con el poder y la autoridad del Salvador”.

Como lo ha demostrado la historia, sin la Iglesia del Señor, la comprensión que la humanidad tenía de su evangelio también era inestable, propensa a desviaciones doctrinales y sujeta a la influencia de diferentes religiones, culturas y filosofías.

La Iglesia permite el acceso al poder de Dios porque Él la autoriza tanto a enseñar la doctrina de Cristo como a ofrecer las ordenanzas salvadoras y exaltadoras del evangelio. El acceso a Su poder, en virtud del pacto, se realiza por medio de Su Iglesia.

“Los invito a comprometerse más plenamente con el Salvador, Su evangelio y Su Iglesia. Al hacerlo, descubrirán que la combinación del evangelio del Salvador y Su Iglesia les brinda poder a sus vidas”.

Élder David P. Homer , de los Setenta: “Confiemos en nuestro Padre”

En 1843, el esposo de Louisa Barnes Pratt, Addison Pratt, fue llamado a una misión en las islas hawaianas mientras los santos se preparaban para cruzar las llanuras hacia Utah. A pesar de las dificultades y la renuencia personal, ella confió en el Señor, ejercitó la fe y emprendió el viaje con su familia.

Esta historia pionera enseña que “tenemos un Padre amoroso en el Cielo, que se preocupa por nosotros dondequiera que estemos, y que podemos confiar en Él más que en cualquier otra persona o cosa”.

Dios confía en que sus hijos tomen muchas decisiones importantes y les pide que confíen en Él, incluso cuando el juicio personal o la opinión pública difieren de Su voluntad.

“En quién elegimos confiar es una de las decisiones más importantes de la vida”. Las Escrituras y los profetas vivientes brindan orientación y ayuda para comprender la verdad de Dios.

“Cuando nos centramos en el Salvador, nuestra fe puede empezar a vencer nuestras preocupaciones”. Aquellos que eligen ser fieles, confiar en Dios y permanecer serán bendecidos.

“La decisión de someter nuestra voluntad a la de Dios es un acto de fe que se encuentra en el corazón de nuestro discipulado. Al tomar esa decisión, descubrimos que nuestro albedrío no se ve disminuido, sino que se magnifica y es recompensado por la presencia del Espíritu Santo”.

Élder Gregorio E. Casillas , de los Setenta: “Dios ama a todos sus hijos”

Dar una mano a alguien es un privilegio. “Si podemos ayudar a aliviar sus cargas, aunque sea solo por un momento, entonces podremos ver las grandes manifestaciones del poder del Salvador en su vida”.

Al atender a una mujer que se sentía débil por la quimioterapia y a su hijo adulto, “todo lo que pasaba por mi mente durante esta visita era una confirmación de que Jesucristo los ama profundamente. Él los entiende y conoce personalmente el dolor de su situación particular”.

Una misión crucial de esta vida es convertirse en un discípulo de Cristo y marcar una diferencia positiva. “Podemos transmitir una sensación de alegría que se refleje en nuestro rostro, una alegría que compartimos con palabras de amor y actos de bondad”.

Una herramienta del adversario es la creencia destructiva de que no hay forma de cambiar. “Es en este momento cuando nuestro amor, nuestras palabras de aliento y apoyo, nuestro tiempo y nuestra ayuda pueden darle esperanza a alguien”.

Los que ministran reciben un testimonio renovado en sus propias pruebas. “Al ir y bendecir la vida de nuestros hermanos y hermanas, recogeremos testimonios que llenarán nuestra vida de fe en el Señor Jesucristo”.

El presidente Dallin H. Oaks , de la Primera Presidencia: “Seguir a Cristo”

Los mandamientos de Dios proporcionan la fuerza que guía y da estabilidad a nuestra vida. Como la cuerda de una cometa que la mantiene en su lugar contra los vientos mortales, los convenios conectan a las personas con nuestro Padre Celestial y Jesucristo. Las bendiciones prometidas por guardar Sus mandamientos permiten que todos nos elevemos a alturas celestiales.

El Señor da dos tipos de mandamientos: los permanentes, como la doctrina de Cristo, y los temporales, como el de guiar al éxodo pionero hacia el oeste. Algunos mandamientos permanentes necesitan ser enfatizados nuevamente en las circunstancias de la actualidad, como la prohibición del Salvador de la contienda y el mandato de “amar a nuestros enemigos”. En esta época de comunicación tóxica, este mandamiento es una parte fundamental de Su invitación a seguirlo.

Jesús enseñó: “Bienaventurados los pacificadores”. El presidente Russell M. Nelson instó a todos a “elegir ser pacificadores, ahora y siempre”. Para seguir a Jesús —el modelo perfecto a seguir— y a Su profeta, las personas deben amar y hacer el bien a todos, evitar la contención y ser pacificadores.

“Al aplicar nuestras políticas preferidas en las acciones públicas, preparémonos para recibir sus bendiciones utilizando el lenguaje y los métodos de los pacificadores. En nuestras familias y otras relaciones personales, evitemos lo que es duro y odioso. Procuremos ser santos, como nuestro Salvador”.

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