Cómo ‘My Hometown’ está uniendo comunidades en Utah 

‘My Hometown’ acaba de terminar su temporada de servicio en varias comunidades de Utah donde se fortalecen los lazos comunitarios. 

La iniciativa My Hometown, que comenzó hace tres años en West Valley, Utah, reúne iglesias locales (entre ellas La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) y patrocinadores empresariales y públicos para organizar a los vecinos y otros recursos y ayudar así a satisfacer las necesidades locales. Estas incluyen mejorar las condiciones de vida residencial y mantener el acceso a los servicios disponibles y a la información de la comunidad. 

Durante todo el tiempo, las personas se conectan y prestan servicio juntos. 

“Habíamos aprendido lo suficiente en nuestros esfuerzos a lo largo de los años para darnos cuenta de que la sostenibilidad del vecindario tiene que ver con las personas que viven en los vecindarios”, dijo Wayne Pyle, Gerente de West Valley City. “Sin lugar a dudas, hay cosas que podemos hacer para prestar asistencia y ayudar pero, al final, son los vecindarios y las personas que viven en ellos los que tienen que ser capaces de asegurar esa longevidad y sostenibilidad en los vecindarios”. 

La Iglesia de Jesucristo, cuyas enseñanzas unen a las personas, es un colaborador natural. 

“Trabajamos con la municipalidad y dijimos: ‘Muy bien, hagamos esto sistemáticamente’”, dijo el élder Kevin W. Pearson, Presidente del Área Utah. “Las municipalidades proveyeron equipos, camiones, retroexcavadoras y todos estos contenedores de basura. Personas que querían ayudar pagaron los materiales, y los capitanes de cuadrilla ayudaron a organizarlo todo. Los especialistas vinieron y organizaron el proyecto y todo lo que iba a ser necesario”. 

Los capitanes de cuadrilla son residentes encargados de conocer a los vecinos, determinar los recursos y las necesidades y compartir información. 

“Los proyectos son un medio para crear vecindarios donde las personas se conozcan y deseen pasar tiempo juntos y ayudarse mutuamente”, dijo Diane Langeland, capitana de cuadrilla en North Salt Lake. 

La iniciativa también se ha implementado en Ogden y Provo. 

“Ciertamente es grande la felicidad que se recibe al olvidarse de uno mismo y servir a otras personas”, dijo el élder Pearson. “La vida es mucho mejor. El mundo es mucho mejor. Nuestras comunidades, nuestros vecindarios son mucho mejores cuando hay una comunidad donde las personas están orgullosas de vivir. Confían unos en otros, se ayudan unos a otros. Eso es lo que esperamos. Esa es la razón por la que hacemos esto”. 

Los líderes de la Iglesia enseñan que Dios a menudo nos bendice por medio del servicio al prójimo. 

“El Señor desea bendecir a Su pueblo, [y] es por medio de otras personas que lo hace”, dijo Langeland. “Nosotros estamos tratando de ser esas personas”.