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¿Cómo recibir respuestas a nuestras preguntas en la Conferencia General?

Te invitamos a conocer algunos ejemplos de cómo puedes mejorar tu revelación personal en esta conferencia

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La Conferencia General semestral número 190 de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se transmitirá en México a través de radio y televisión abierta los días 3 y 4 de octubre.© 2020 by Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved.
  

Se acerca la conferencia general en la que esperamos recibir respuestas a nuestras preguntas como individuos, familias y comunidades. Como miembros de la Iglesia sabemos que hoy en día sigue habiendo revelación y que el Señor nos habla con amor por medio de sus profetas y apóstoles. A continuación te damos algunos consejos para recibir respuestas de manera más profunda en esta conferencia.

Oración y preparación

Hace 200 años el joven José Smith también tenía muchas dudas, él buscó respuestas a sus preguntas en las Escrituras y se dirigió a un lugar muy especial para orar[1]. Entonces, él recibió su respuesta, la cual nos permite tener la plenitud del evangelio de Jesucristo hoy en día.  Si nosotros también queremos recibir respuestas podemos acercarnos para “escucharlo” de la manera en que lo hizo José Smith.

No te quedes esperando, medita y realiza una propuesta

En Doctrina y Convenios 9:7-9 podemos encontrar esta revelación que se le dio a Oliver Cowdery:

“He aquí no has entendido: has supuesto que yo te lo concedería cuando no pensaste sino en preguntarme.

Pero he aquí, te digo que tienes que estudiarlo en tu mente; entonces has de preguntarme si está bien; y si así fuere causaré que arda tu pecho dentro de ti; por lo tanto, sentirás que está bien.

Mas si no estuviere bien, no sentirás tal cosa, sino que vendrá sobre ti un estupor de pensamiento que te hará olvidar la cosa errónea; por lo tanto no puedes escribir lo que sea sagrado; a no ser que te lo diga yo.” [2]

Podríamos creer que, por el hecho de que Dios nos conoce, no es necesario expresar nuestras dudas en oración, sin embargo en esta escritura encontramos cuán importante es que meditemos, busquemos cuál podría ser la respuesta y oremos para recibir una confirmación del Espíritu Santo. Durante la conferencia general podemos estar especialmente receptivos si abrimos nuestro corazón a esa confirmación.

Presta atención a las palabras y a los sentimientos

En un mensaje el élder Robert D. Hales dijo:

“Esto es posible porque el Espíritu Santo lleva la palabra del Señor a nuestro corazón en términos que podamos comprender. Cuando tomo notas en la conferencia, no siempre escribo exactamente lo que dice el orador; anoto la instrucción personalizada que el Espíritu me está dando…Lo que se dice no es tan importante como lo que escuchamos o lo que sentimos. Es por eso que nos esforzamos para llevar a cabo la conferencia en un lugar donde se escuche, sienta y comprenda claramente la voz suave y apacible del Espíritu.”[3]

Cuando Dios quiere comunicarse con nosotros lo hace por medio del Espíritu Santo, cuya voz se describe en las Escrituras como “apacible y delicada”[4]. Cuando prestamos plena atención a los mensajes y somos capaces de estar “a tono” con el Espíritu Santo podremos recibir esas respuestas.  Tomar notas nos ayudará a mantener un registro de aquella revelación.

Confía en Dios

El presidente Harold B. Lee enseño:

 “Habrá algunas cosas que requieran paciencia y fe. Es posible que no les guste lo que dicen las Autoridades de la Iglesia. Puede que contradiga sus opiniones [personales]. Tal vez interfiera con su vida social, pero si escuchan esas cosas como si viniesen de la propia boca del Señor, con paciencia y fe, la promesa es que ‘las puertas del infierno no prevalecerán contra vosotros… y Dios el Señor dispersará los poderes de las tinieblas de ante vosotros, y hará sacudir los cielos para vuestro bien y para la gloria de su nombre’”[5]

Cuando abrimos nuestro corazón con fe y humildad, con un entendimiento del amor que tenemos por el Salvador, las respuestas nos llenarán de paz.

Las respuestas no cesan cuando termina la conferencia general

“Lo mejor de la conferencia general, sucede después de la conferencia”. Cuando el Salvador enseñó a los nefitas, les pidió que volvieran a casa para meditar en sus palabras. Él dijo: “Por tanto, id a vuestras casas, y meditad las cosas que os he dicho, y pedid al Padre en mi nombre que podáis entender; y preparad vuestras mentes para mañana, y vendré a vosotros otra vez.” [6]

Consideremos seguir escuchando los mensajes de la conferencia general durante los meses siguientes y repasar las notas que hemos tomado. Recordemos la importancia de meditar en las palabras y aplicar las enseñanzas de los profetas y apóstoles en nuestras vidas.

Véase también:

La Iglesia de Jesucristo en México transmitirá por radio y televisión abierta la Conferencia General de octubre 2020

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