El élder Gerrit W. Gong, del Quórum de los Doce Apóstoles, dedica el Templo de Puebla, México

H. Puebla de Zaragoza, Puebla, México, 19 de mayo 2024.- El élder Gerrit W. Gong, del Quórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, dedicó el Templo de Puebla, México, este domingo 19 de mayo en dos emotivas sesiones, contando con la participación de cientos de miembros de la Iglesia que tuvieron la oportunidad de asistir al templo personalmente, así como en los distintos centros de reunión que ahora comprenden el distrito del nuevo templo.

Al dirigir un mensaje a los participantes en la dedicación, élder Gong enseñó cómo los templos se centran en el Salvador y cómo las bendiciones de los convenios se están acercando a más familias e individuos con un aumento de templos en todo el mundo.

Recurriendo al tema de la inscripción “Santidad al Señor, la Casa del Señor” -que se encuentra en el frente exterior del Templo de Puebla-, el élder Gong explicó: “Realmente creo que la ‘santidad’ es tanto una invitación como una declaración”.

La adoración y las ordenanzas del templo brindan a los Santos de los Últimos Días “la oportunidad de hacer realidad la invitación y las promesas de santidad al Señor”.

“Debemos venir, aprender, ser santificados y llegar a ser más como nuestro Padre Celestial y Su Hijo”, subrayó. “Es una invitación muy real a traer santidad a nuestras vidas mediante la expiación de Cristo y el servicio a los demás”.

Propósito del templo

Hay una frase que caracteriza la hospitalidad de los mexicanos, que dice “mi casa es tu casa” y que se refiere a que cualquier persona es bienvenida a la casa de la alguien.

El élder Gong ha usado esta frase al enseñar a los santos de Puebla diciendo que “en el espíritu de la frase en español, es como si el Salvador nos estuviera invitando a venir a la casa del Señor como si fuera nuestro hogar, para participar allí en las ordenanzas por nosotros y nuestros antepasados fallecidos”, comentó.

Durante los servicios de dedicación del templo élder Gong estuvo acompañado por su esposa Susan; así como por el élder Kevin R. Duncan, director ejecutivo del departamento de Templos de la Iglesia; y por el élder Hugo Montoya, presidente del Área México; así como por sus respectivas esposas.

El Templo de Puebla es el decimocuarto templo dedicado a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en México. Adicionalmente hay otras once casas del Señor en el país que se encuentran en construcción o en planificación y diseño.

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Muchas oraciones han sido respondidas

En una entrevista previa con Church News en los terrenos del templo el día antes de la dedicación, el élder Montoya encomió la fidelidad y consagración de los miembros en el distrito del Templo de Puebla, señalando que los primeros bautismos en la zona datan de 1923. “La gente en esta área ha estado esperando 100 años [para tener] la casa del Señor en su ciudad. Muchas oraciones han sido respondidas".

Al igual que otros miembros de la Iglesia en todo México, los santos de Puebla y sus alrededores comenzaron a hacer viajes largos y costosos al Templo de Mesa, Arizona, cuando comenzó a ofrecer ordenanzas e instrucción en español en 1945, y luego asistieron al Templo de la Ciudad de México, después de su dedicación en 1983.

“Al principio teníamos [hermanos de la Iglesia] con muchas necesidades y pobreza; sin embargo, ahorraron dinero para sus viajes (al templo de) Mesa”, dijo el élder Montoya. “Ahora el Señor ha bendecido al pueblo que es fiel a sus convenios y tenemos cientos de familias prósperas y multigeneracionales, pero al mismo tiempo, miles de nuevos conversos”.

El élder Montoya reconoció la estabilidad multigeneracional y el aumento de la membresía como “un buen equilibrio para la fortaleza de la Iglesia en esta área”, citando una línea de la parábola del Libro de Mormón del señor de la viña: “y conservaron iguales la raíz y la copa, según su fuerza”[1].

Las estacas de Puebla han proporcionado durante mucho tiempo obreros y líderes para el templo de la Ciudad de México, de acuerdo con élder Montoya, algunas estacas de Nealtican, Puebla, tienen más de 100 obreros cada una. Pronto, en lugar de conducir más de dos horas y 125 kilómetros hasta el Templo de la Ciudad de México, prestarán servicio en el Templo (de Puebla) con mayor facilidad y frecuencia.

Una conexión y una cercanía

El fin de semana de dedicación no fue la primera visita del élder Gong a Puebla. El Apóstol se había reunido con los Santos de los Últimos Días allí en febrero de 2023, asistiendo a un devocional titulado “Pioneros y templos” mientras estaba en el área para capacitaciones de liderazgo y otras reuniones.

Algunos de los que asistieron al devocional de 2023 eran hermanos cuyos antepasados habían ayudado a establecer la Iglesia en el área de Puebla durante varias generaciones durante más de 100 años.

Al regresar para la dedicación del domingo, el élder y la hermana Gong dijeron que se sintieron conmovidos por la oportunidad de encontrarse nuevamente con muchos santos en Puebla que habían conocido antes, lo que generó muchas reuniones felices.

“Sentimos una conexión y cercanía porque amamos a la gente de aquí”, dijo. La evidencia de esa conexión y cercanía se produjo cuando algunos de los asistentes a la dedicación en el templo comentaron que después del servicio, el élder y la hermana Gong, acompañados por otros líderes, recorrieron las salas del templo para estrechar tantas manos como fuera posible y más adelante hubo una larga “despedida” mientras el élder Gong y el élder Montoya estrechaban más manos fuera del templo el domingo por la tarde después de la segunda sesión dedicatoria.

Las relaciones más profundas serán eternas

Los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl forman parte del horizonte de Puebla y, de acuerdo con la leyenda popular, representan a una hermosa princesa y a un valiente guerrero cuyo deseo final fue el estar unidos para siempre.

El élder Gong, usó esta historia para enseñar que las bendiciones del templo se centran en “ese anhelo universal”, dijo, “un símbolo de amor eterno y un recordatorio de que cada corazón desea que las relaciones familiares más profundas sean eternas”.

Emoción y alegría de los asistentes

Rubén Mejía y su esposa, Rocío Cruz, directores de la jornada de puertas abiertas y del comité de dedicación del templo, pasaron la mañana del domingo saludando a los Santos que llegaron temprano en el cálido y soleado domingo para la primera sesión dedicatoria.

“Estamos muy contentos de estar aquí y ser testigos de cómo se abren las puertas del templo para dar la bienvenida a los Santos de los Últimos Días a la dedicación del Templo de Puebla México”, dijo Rubén Mejía.

La hermana Mejía agregó: “Me emociona ver a los hermanos y hermanas que han venido con gran interés para estar aquí en la casa del Señor, quienes pronto podrán hacer convenios con el Señor. Durante muchos años viajamos a Mesa, Arizona, para ir al templo. Y ahora tenemos uno casi a la vuelta de la esquina. Es muy especial”.

Los Mejía recibieron su investidura y se casaron en el Templo de Mesa, Arizona, el 7 de octubre de 1980, tres años antes de que se dedicara el primer templo de México, en la Ciudad de México. Las estacas y los barrios organizaron viajes regulares al templo a Mesa antes de la dedicación del Templo de la Ciudad de México en diciembre de 1983.

“Las excursiones al templo a Mesa se planificaban con anticipación cada seis meses, lo que nos daba la oportunidad de ahorrar dinero para cubrir los costos”, dijo Rubén Mejía, enumerando los costos de pasaporte, visa, transporte y alimentación. "Así que tuvimos que hacer ahorros considerables para poder cubrir todos esos gastos".

Los viajes al templo eran de 48 horas en autobús desde Puebla a Mesa, pasando cuatro días asistiendo a la casa del Señor allí, y luego otras 48 horas para el viaje de regreso en autobús.

¿Y cuánto tardan los Mejía en llegar al templo ahora, con el nuevo Templo de Puebla? “Ocho minutos”, dijo la hermana Mejía con una sonrisa. “Ocho minutos… caminando”.

Por su parte, Alejandro Gómez, quien participó en la jornada de puertas abiertas y en el comité de dedicación, dijo: “La gente está muy contenta, es humilde y agradecida por tener un templo aquí".

Gómez dijo que se sentía honrado de tener la oportunidad de participar en las ordenanzas y convenios en la ahora cercana casa del Señor y que él y su esposa se han comprometido a asistir al templo de Puebla semanalmente, además de su trabajo como sellador del templo. “Ya tenemos nuestra primera cita para traer a nuestros nietos a realizar bautismos vicarios aquí en el templo el 4 de junio”.